El jockey brasileño se lució este sábado en las riendas de Opazo para llevarse en Cidade Jardim el Grande Premio Ipiranga
SAN PABLO, Brasil (Especial para Turf Diario).-La historia dirá que todos tuvimos el lujo, el placer envidiable, de ser contemporáneos de un ser de otro planeta. Cuando pasen los años, el nombre de Jorge Ricardo será referencia para una generación de apasionados de la hípica. Ya con 63 años, inoxidable, lúcido como el día uno, Ricardinho sigue desafiando al almanaque, dándole pelea a los más jóvenes y sumando triunfos de G1.
A su palmarés ya insuperable, el astro le agregó el sábado último otro de esos éxitos con su sello, guiando al potrillo Opazo a lo máximo para imponerse en el Grande Premio Ipiranga (G1-1600 m, césped normal), la primera prueba de la Cuádruple Corona paulista.
Por Rally Cry y Daltiva (por el recientemente desaparecido Macho Uno...), y reservado del Haras Cifra, Opazo marcó el ritmo de la carrera desde la salida con ritmo fuerte. En la recta, lejos de sentir el esfuerzo, aceleró cada vez más hasta alcanzar el disco con 3 1/4 cuerpos de ventaja sobre Navio Fantasma (Put It Back), desatando el festejo efusivo del jockey, como si hubiera sido su primera conquista de G1.
A 4 1/2 largos más, Pacificador (Hat Trick) terminó en la tercera colocación, todo en un tiempo de 1m31s96/100, la mejor marca histórica en el Ipiranga y que quedó a nada del récord de pista de 1m31s88/100, propiedad de Ushuaia Ibiza (Gloria de Campeao).
Opazo sumó su tercer primer lugar en 7 actuaciones, dentro de una campaña que se completa con 4 colocaciones clásicas. Joao Borges Quadros prepara al zaino, que se estableció como el mejor 3 años en San Pablo.
Las potrancas también vieron el inicio de su Cuádruple Corona con el Grande Premio Barao de Piracicaba (G1-1600 m, césped normal), con Outra Vista dándole un formidable doblete como criador y propietario al Haras Cifra.
La hija de Setembro Chove y Alta Vista (Amigoni) no tuvo problemas para doblegar por 2 1/2 cuerpos a Gevrey-Chambertain (Drosselmeyer), con Ivaldo Santana en su montura. Al igual que Opazo, es preparada por Joao Borges Quadros.
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