En su primera actuación más allá de la milla, el alazán atropelló con muchísima fuerza para apabullar a sus rivales
Intense for Me está entre los mejores caballos del momento en la Argentina, y si alguien tenía alguna duda al respecto, seguramente haya quedado despejada después del espectacular triunfo que el alazán alcanzó en el Clásico Forli (G2), parte fundamental del excelente programa que ofreció en domingo el Hipódromo de San Isidro.
En su primera salida más allá de la milla, exactamente sobre 1800 metros, el hijo de Fortfy volvió a ser terminante, ratificando la impresión que había quedado hace algunas semanas después de liquidar sus adversarios en el Clásico América (G2).
Asombra la forma en que el potrillo del Stud Toroquemero progresa, ampliando la ilusión casi que en cada salida, mostrando una capacidad para acelerar sobre el césped muy particular. En el Forli siempre vino con andar sobrador, despreocupado respecto de lo que Puro de Cuba (Long Island Sound) hacía la punta bajo parciales conservadores de 25s37/100 y 49s21/100, marcado de cerca por Napa Valley (Il Campione) y Happy Happy Day (Hi Happy).
Ya en la recta, la situación se le complicó. Primero, cuando quedó atrapado entre El Eminente y detrás de Napa Valley; y luego, por los 350 metros cuando Martín Valle debió levantar para ir por fuera de Happy Happy Day y, en la misma maniobra, sacarse de encima a El Eminente, que casi lo encajona.
Una vez que tuvo libertad, la atropellada de Intense for Me fue eléctrica, saliendo como disparado por una catapulta, dominando por los 200 metros y separándose con acción fácil, sobrándole rollo, como para pensar que los 2000 metros del Classic (G1) de las Estrellas no serán un problema para verlo en un nivel similar.
En el disco, fueron 4 los cuerpos que estableció sobre Comando Secreto (War Command), que cargó desde el fondo para terminar como escolta, con 1 largo sobre el valiente Puro de Cuba, de gran tarea. El tiempo de la prueba fue de 1m48s6/100.
Nacido en Abolengo, con la clásica Intense Look (Halo Sunshine) como madre, Nicolás Martín Ferro le da su toque a un Intense for Me al que es imposible ponerle techo. Cada día corre un poco más, gusta, confirma, asombra y hace soñar.
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