Javier Castellano: el fuego sagrado que no se apaga en un jockey excepcional

A los 48 años, está listo para comenzar el durísimo Championship Meet en Gulfstream Park, donde se ilusiona con alcanzar las 6000 victorias, en su temporada número 30 como jinete

Javier Castellano, por más gloria / ADAM COGLIANESE / NYRA

HALLANDALE BEACH, Florida.- Con la misma pasión que lo llevó a lo más alto y el motor interno encendido como en sus años de dominio absoluto, Javier Castellano ya se enfoca en lo que será una nueva temporada en Gulfstream Park, epicentro del invierno en los Estados Unidos y escenario donde escribió algunas de las páginas más brillantes de su trayectoria. A los 48 años, lejos de pensar en el retiro, el integrante del Salón de la Fama vive una etapa de renovación personal y profesional, impulsado por su entorno familiar y por una motivación que sigue intacta.

Castellano se encuentra a menos de 100 triunfos de alcanzar las 6000 victorias en su carrera, una cifra histórica que solo 21 jockeys lograron en toda la historia del turf estadounidense. Sus ganancias ya superan los 413 millones de dólares, siendo el segundo en actividad detrás solamente de John Velázquez, otro ícono aún vigente.

El Championship Meet de Gulfstream, que dará inicio el 27 de noviembre, vuelve a ser su gran objetivo. Allí fue líder 5 temporadas consecutivas entre 2011 y 2016, con picos de hasta 132 triunfos en un solo meet. “Todos los mejores jockeys terminan en el sur de Florida durante el invierno. Es donde querés estar si amás este deporte”, afirmó el venezolano, que este año decidió llegar más temprano que de costumbre para ganar ritmo y posicionarse desde el inicio.

En los últimos años solía quedarse más tiempo en Nueva York para pasar las fiestas con su familia, pero esta vez tomó otra decisión. “Mis hijos están creciendo, tienen sus actividades, y sentí que era el momento de volver antes, empezar desde el principio, tomar impulso y buscar esos caballos importantes”, explicó.

Uno de sus grandes motores sigue siendo la búsqueda de los buenos 3 años, ese proyecto que renueva ilusiones temporada tras temporada. Gulfstream será otra vez la plataforma de despegue, con una serie de clásicos claves rumbo al Kentucky Derby, encabezados por el Holy Bull (G3), el Fountain of Youth (G2) y el Florida Derby (G1). “Eso te mantiene vivo. Ver los potrillos nuevos, sentir que alguno puede ser especial… ahí está la motivación”, reconoció.

Justamente, su resurgir más resonante se produjo en 2023, cuando completó su Triple Corona personal al ganar el Kentucky Derby con Mage (Good Magic) y el Belmont Stakes (G1) con Arcangelo (Arrogate), dos caballos que comenzó a montar en Gulfstream. “Encontré esos caballos en Florida. Aún hoy me parece increíble haber ganado dos carreras de la Triple Corona el mismo año con caballos que vi nacer en esos primeros pasos”, recordó.

En lo profesional, también atraviesa un cambio importante: desde este mes trabaja junto a su cuñado y nuevo agente, Kevin Meyocks, que llevará su libro tanto en Florida como en Nueva York. Juntos ya celebraron triunfos en carreras jerárquicas como el Hill Prince Stakes (G3) con Tiz Dashing (Tiz the Law), para Sackatoga Stable y Barclay Tagg, y apuntan a una asociación a largo plazo.

Pero más allá de los números, los títulos y los grandes momentos, hay un costado emocional que hoy lo impulsa con más fuerza: su hijo Brady, de 13 años, empezó a dimensionar quién es su padre en el mundo del turf. “Me pregunta qué caballos voy a montar, quiere verme ganar… y eso te da un empuje distinto. Cuando tu familia te mira así, dan ganas de seguir dando pelea”, confesó.

Ganador en 4 ocasiones del prestigioso Eclipse Awards consecutivos como campeón, vencedor en múltiples carreras de Breeders’ Cup y protagonista de las grandes reuniones de las últimas dos décadas, Castellano lo resume con una frase simple:

“No siento que esto se termine pronto. Me siento bien, entreno todos los días y sigo con hambre. Me veo cinco años más, compitiendo al máximo nivel”.

En un turf cada vez más competitivo, el venezolano no solo se mantiene vigente: sigue siendo una referencia. Y en Gulfstream, como tantas veces, volverá a encender su fuego.