Gran Mirella unió en el disco del Gran Premio Selección de Potrancas al entrenador y al jockey que trajo desde Brasil en 2013
LA PLATA.- Gran Mirella volvió a unir en un podio de G1 a una dupla que se conoce a la perfección. Ocurre que fue de la mano de Jorge Mayansky Neer, entrenador de la ganadora del Gran Premio Selección de Potrancas (G1) platense, que Francisco Leandro llegó a la Argentina en 2013, listo para confirmar todo lo bueno que había mostrado en los hipódromos de su Brasil natal. No se equivocó Neer, pues en poco tiempo Leandrinho se estableció como uno de los mejores jockeys del país para, desde hace ya un tiempo, ser un claro líder en las estadísticas de todas las pistas, con una calidad de primer nivel internacional. Por eso esa foto con la hija de Dabster del Stud Tinta Roja valió un montón.
Con el micrófono de Daniel Sinegub como testigo, el preparador contó sobre la alazana: "La recibí a mitad de año y por la información que me dio Francisco y de verla correr sabía que tenía una gran yegua. Tenía que acostumbrarla a mi modo de entrenamiento, lo hicimos, corrió muy bien en la Polla de Potrancas de Palermo, reprisando, y ahora respondió, de la mano de un jockey que hizo una obra de arte.
"Con Francisco tenemos una larga relación, porque lo fui a buscar y lo traje a la Argentina. Como jockey no hay mucho que se pueda sumar, pero es una gran persona, honesta y trabajadora y seguramente va a darnos muchísimo más".
El jinete, por su lado, había quedado herido después del mitón del Gran Premio Jockey Club (G1), el sábado en San Isidro, volviendo a casa con las manos vacías de grandes triunfos. Sin embargo, el turf siempre da revancha y este martes pudo cambiar esa mueca de bronca por una sonrisa de felicidad.
En sus palabras, también estuvo el recuerdo de aquellos inicios de la mano de Mayansky Neer: "Estoy agradecido a Jorge porque fue quien me trajo con sus patrones allá por 2013, en un gesto que es imposible de olvidar. La Argentina es un país al que quiero mucho y es un honor poder ganar un G1 con él, otra vez. La yegua siempre fue buena, pero le faltaba una victoria así. Es muy clasuda, hizo todo muy fácil y cuando tuvo que poner el corazón arriba, lo puso. La merecía y lo que venga es solo para mejorar".
Son 210 los triunfos que consiguieron juntos entrenador y jockey, y el que llegó con Gran Mirella fue el segundo en el plano de los G1, con los antecedentes de Blue Prize (Pure Prize) en la Polla de Potrancas de 2016 y de Bajista (Perfectperformance) en el Provincia de Buenos Aires de 2013.
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