El criador disolverá este jueves su cabaña, pero el Stud El Gusy volverá a su formato anterior, eligiendo y comprando potrillos
Por Diego H. Mitagstein
Cuando hace unos meses se conoció la decisión de Juan Garat de liquidar su Haras El Gusy, la novedad tomó a varios por sorpresa. Un apasionado, un hombre de turf, decidió ponerle punto final una etapa que, según sus propias palabras, disfrutó muchísimo.
"Costó, y nos dolió mucho dar el paso, pero hay que ser realista y a veces pensar más con la cabeza que con el corazón. Siempre buscamos la excelencia en El Gusy y hoy llegar a ella se hace cuesta arriba para nosotros. Entonces preferimos terminar en un buen momento, habiendo ganado este año carreras de G1. Todo empieza y todo termina en la vida", cuenta Juan, para dar las razones de la venta que tendrá lugar este jueves desde las 17 horas y bajo formato totalmente online en la plataforma de (Arg) Sales.
"Fue una etapa que me encantó, en la que la pasamos bárbaro, a la que le pusimos todo nuestro esfuerzo con Hernán Gasibe, y ahora nos encontramos en este momento, que por supuesto nos duele a los dos, pero es una decisión tomada.
"El balance de este tiempo es buenísimo y seguro que lo volvería a hacer de nuevo. Disfrutamos, ganamos carreras, soñamos, todo lo que se puede hacer dentro del turf, que es lo más lindo que hay. En la hípica podés ser campeón mundial aunque seas viejo. Por eso fueron años lindísimos".
En los últimos años, del campo ubicado en Mercedes surgieron varios caballos destacados, incluidos los ganadores de G1 Glorious Moment (Treasure Beach) y Ballado's Beach (Treasure Beach), esta última vencedora esta temporada en el Gran Premio Gilberto Lerena (G1) y luego vendida para los Estados Unidos, donde pronto estará a las órdenes de Ignacio Correas (h.) en Keeneland.
Lost Treasure (City Banker), Mikonos Beach (Treasure Beach), Timeless Call (Mount Nelson), Handsome Banker (City Banker), French Hunter (Global Hunter), Lindalindalida (Val Royal), French Beach (Treasure Beach), Pioggerella (City Banker), The Cyclone (In the Dark) y Ninja Way (Hat Ninja) son otros de los titulares clásicos criados por Juan Garat, algunos de ellos, a la venta ahora.
Sobre lo que aguarda de la liquidación, Garat dice: "La expectativa para el remate es buena. Ponemos en venta el trabajo de selección de muchos años, a través de los cuales hemos ido buscando familias, desarrollarlas, y este jueves van a encontrar en un rato, todo junto. Hay yeguas muy buenas, que corrieron para nosotros y otras que se fueron sumando, pero es un lote excelente en general, muy bien servidas y que están en excelente estado.
"La muestra de la semana pasada nos dejó una satisfacción especial al ver que la gente ponderaba el estado de los caballos, esas cosas lindas que no valen plata, pero que a mí me gustan".
-¿El cierre del Haras El Gusy no significa que se vaya totalmente del negocio?
-No, no. Si bien el haras cerrará, es una reformulación. El stud seguirá adelante, pero al remate va el cien por ciento de los caballos de El Gusy. El 19 no tendremos nada y nos sentaremos a ver cómo seguimos, comprando, seguramente, porque no hay cosa que me guste más. Cuando uno compra un caballo vuelve en el auto pensando que va a ganar el Nacional; cuando lo vendés, pensás que podría haber hecho un mejor precio y estás con un sabor amargo".
-¿Y por qué esa atracción por la situación de comprar un caballo en remate?
-Comprar un caballo es un desafío. No me gusta hacerlo porque sí, sino que los seleccionamos, revisamos, y si conocés las madres, los potrillos, es una ventaja. Me encanta el stud, no me pierdo mañana, y en las carreras estoy siempre, es mi vida".
-¿Cuál es el desafío más difícil que se afronta en la cría?
-Lo más difícil es el padrillo. Hoy tenés un caballo de moda y el año que viene no se acuerdan ni de quien es. Uno tomo el riesgo e hizo el esfuerzo de servir con ese reproductor y después no encontrás el resultado esperado. La comercialización está muy difícil, con una industria de la devolución de caballos, que uno a veces se pregunta para qué los compran; parece una carrera para ver quién devuelve más caballos. Esas cosas aburren, y la situación es compleja, con premio no altos, entonces se complica.
-¿Cuáles fueron las enseñanzas que le dejó esta etapa del Haras El Gusy?
"La enseñanza que me dejó todo este tiempo con el Haras El Gusy es que siempre tenés que buscar la excelencia; si te querés conformar con poco no va. Hay que ir a lo mejor, detrás del haras tiene que estar el stud, porque de ahí es donde sacás las yeguas buenas; sin un poder adquisitivo no se pueden comprar, hay que producirlas. Incluso, a veces algunas no pueden tener campañas excepcionales por diversos motivos, pero para vos son buenas, porque las conocés. En Orilla del Monte teníamos a Fat Timer, a la que consideraba muy buena. Ganó a los 2 años disparando, después en el Eliseo Ramírez venía ganando fácil, echó sangre y no pudo correr más. Me metí en la cabeza que su primer hijo lo iba a comprar yo, lo hice y salió Fire Wall... El stud es la base del haras, un haras sin stud no puede funcionar.
-¿Con cuál de las piezas del remate se quedaría para criar, teniendo que elegir una?
-Me quedaría con In the City. Recomiendo mirar sus carreras y cuando estuvo sana no perdió nunca, ganó siempre por varios cuerpos. No es clásica, pero era una gran yegua, lindísima y si del lote me regalan una me quedo sin dudas con ella.
Juan no duda en contar que City Banker (Lode) fue el mejor caballo que tuvo, o que Candy Ride (Ride the Rails), Algenib (Oak Dancer) y Farmer (Dancing Moss) fueron otros nombres que lo impresionaron a lo largo de su vida en los hipódromos.
Responsable en el desarrollo de haras como de La Pomme u Orilla del Monte, socio desde el día 1 de Carlos D. Etchechoury en las victorias de sus colores ("Sin Dany jamás hubiera ganado todo lo que por suerte me tocó ganar", dice), enfrenta la liquidación de su Haras El Gusy, pero con la mirada puesta en el lo que vendrá y soñando, como siempre, en seguir ganando carreras y de las grandes, una especialidad de la casa.
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