Kilwin, hija de Twirling Candy, superó un tropiezo y dio el golpe en el Test Stakes de Saratoga
- Turf Diario
- 3 ago
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La potranca de BBN Racing coronó su versatilidad con un inesperado triunfo en el centenario del G1

SARATOGA SPRINGS, New York (Especial para Turf Diario).- En apenas su segunda actuación sobre pista de arena y luego de un tropiezo que pareció dejarla fuera de carrera apenas se abrieron los partidores, Kilwin sacó a relucir su clase y su corazón para quedarse con una edición memorable del Test Stakes (G1), prueba que este sábado celebró su 100° edición en Saratoga con una bolsa de 500.000 dólares en premios.
Con la chaquetilla del BBN Racing, entrenada por Rusty Arnold y conducida con frialdad por José Ortiz, la hija de Twirling Candy, uno de los mejores continuadores de la línea paterna del crack argentino Candy Ride, vino siempre lejos, última entre ocho potrancas, y se metió decididamente en la pelea al pisar la recta, dominando por fuera en los tramos finales a la también rematadora Ragtime (Union Rags) para imponer condiciones por medio pescuezo en 1m23s10/100 para los siete furlongs.
“No fue la manera en la que habíamos dibujado la carrera”, reconoció Arnold. “Cuando vi que tropezaba en la partida pensé que todo había terminado, incluso José me dijo que en ese momento pensó que como mucho podíamos llegar terceros para lograr el ‘black-type’. Y sin embargo, se repuso de forma impresionante”.
Mientras su compañera de equipo y favorita Echo Sound (Echo Town) marcaba el ritmo junto a Me and Molly McGee (Vekoma), Kilwin quedaba a unos 7 cuerpos de las punteras en la recta opuesta. Por el codo final, el grupo se agrupó, y cuando Ragtime encontró espacio por fuera de los palos, Ortiz optó por seguir su marcha, sabiendo que era “el caballo correcto” para avanzar detrás.
“La seguí a Junior (Alvarado) porque su yegua estaba viajando muy bien”, contó Ortiz. “Cuando giramos la curva supe que tenía una oportunidad. Corté camino, esperé el momento justo para salir, y cuando le pedí el esfuerzo, Kilwin me dio ese cambio de ritmo que necesitaba”.
Alvarado, por su parte, no tuvo reproches para Ragtime, entrenada por Bill Mott y que hacía su debut jerárquico tras dos victorias consecutivas: “Mi potranca lo dio todo. Tuvimos el viaje perfecto, guardé terreno y me abrí en el momento justo. Honestamente, no podía creer que nos pasaban al final después de cómo había sido la partida de Kilwin”.
A 3 3/4 cuerpos quedó tercera Beauty Reigns (Into Mischief), mientras que completaron el marcador Look Forward (Bolt d'Oro) , Cash Call (McKinzie), Echo Sound, Artisma (Munnings) y Me and Molly McGee, que lamentablemente sufrió una lesión tras la meta y fue derivada en ambulancia equina a Rood and Riddle Equine Hospital con una laceración en una de sus patas traseras.
Kilwin venía de debutar con éxito en la arena al imponerse en el Leslie’s Lady (no listada) en Churchill Downs, pero antes había desarrollado toda su campaña en el césped, con victoria en el Untapable Stakes de Kentucky Downs y placé de G3 detrás de la ascendente Shisospicy (Mitole). Precisamente, será en Kentucky Downs, y sobre el verde, donde reaparecerá el 6 de septiembre en el Music City Stakes (G2), que repartirá dos millones de dólares, con la mitad aportada por el fondo estatal KTDF.
Criada en Kentucky por Gilder-Schwarz Farms, Kilwin elevó su récord a 7 salidas, 4 triunfos y 1 segundo, sumando ahora 558.450 dólares en premios. Pagó 14,40 por cada dos apostados.
Además de su creciente presente en las pistas, su pedigree habla por sí solo: es medio hermana del millonario ganador de G2 One Timer (Trappe Shot) y de la placé de G1 Just Basking (Arroaget), siendo su madre Spanish Star (Blame), media hermana del ganador del Belmont Stakes (G1) de 2019 Sir Winston (Awesome Again), y su segunda madre, La Gran Bailadora (Afleet Alex), también fue placé de G1.
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