La argentina La Fascinada, con Prado, y otro clásico en Monterrico

La hija de Grand Reward, con la monta del prócer peruano, se impuso en los 2000 metros del Lady Shatzi, en la arena

LIMA, Perú (Especial para Turf Diario).- Quizás La Fascinada no sea una de esas cracks que el turf argentino lanza al mundo de tanto en tanto, pero nadie podrá negarle una generosidad competitiva interesante. Después de varios arrimes, la zaina se reencontró con las victorias importantes este sábado en Monterrico, al llegar primera en el Clásico Lady Shatzi . Gonzalo de la Puente y Lavalle (2000 m, arean), con la particularidad de que llevó en sus riendas a Edgar Prado, un prócer del turf inca y de visita en el país.

Hija de Grand Reward y de la caballeriza Agustín Gabriel y preparada por Agustín Vásquez, se benefició de la mano única de Prado, que manejó los hilos desde la delantera con su experiencia y habilidad, para transformarse en inalcanzable en la recta final hasta alcanzar el disco con medio cuerpo de ventaja sobre la favorita Africana (Meal Penalty), con la estadounidense Carta de Amor (Union Rags) completando la trifecta a otros 3 largos, mientras Maestranza (Cupid), también nacida en el norte, cerraba la marcha a otros 9, todo en un tiempo de 2m10s76/100 en cancha de arena normal.

La campaña de La Fascinada aquí es tan extensa como positiva, ya que compitió en 34 oportunidades y consiguió 8 triunfos, con 3 de ellos dentro del plano jerárquica, pues al Lady Shatzi habrá que sumarle el Luis Rodríguez Mariátegui y el Parlona, ademaás de sumar varios arrimes, incluído un segundo en el Clásico Felipe Pardo y Barreda (G3).

Criada en La Quebrada, la madre de La Fascinada es La Engatusada (Southern Halo), que además de producir a las ganadoras múltiples La Embaucada (Indygo Shiner) y La Embelesada (Grand Reward), es hermana materna de los graduales La Charmante (Indygo Shiner, The Wiz (Indygo Shiner) y Le Miracle (Russian Blue), y materna del clásico The Alchemist (Salt Lake).

La Fascinada dio otra vez la nota, montada por Edgar Prado, como para agregarle un condimento extra a un triunfo ya de por sí importante.