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La Bella Otero volvió con todo y se quedó con el General Lavalle

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 3 jun
  • 2 Min. de lectura

Tras más de 3 meses sin competir, la hija de Daddy Long Legs mostró autoridad y venció por el hocico a Antiguo Secreto, en un final vibrante y muy parejo


Abierta, La Bella Otero tapó en el disco a Antiguo Secreto / HAPSA
Abierta, La Bella Otero tapó en el disco a Antiguo Secreto / HAPSA

El Clásico General Lavalle (G3-1000 m, arena normal) prometía ser parejo de principio a fin, con 6 productos -no estuvo Exclamación Pass (Distinctiv Passion)- buscando trepar en la velocidad joven aprovechando la ausencia de Sarzana Pass (Distinctiv Passion), líder de la división en el Hipódromo Argentino de Palermo.

A la hora de la verdad, las predicciones encontraron el correlato perfecto, con una carrera a la que le sobró emoción y donde La Bella Otero ratificó su perfil de sprinter importante, superando una ausencia de varios meses con el mejor de los resultados.

Vencedora de la mencionada Sarzana Pass cuando ambas debutaron, bien temprano, había salido de escena en febrero llegando tercera de esa misma rival en el Clásico Carlos Casares (G3). Ahora, puesta a punto con perfección por José Luis Intra, la hija de Daddy Long Legs fue veloz, pareja, seguidora y certera, tapando en el mismo disco y por apenas el hocico a Antiguo Secreto (Angiolo), con el lote completo separado por apenas 4 3/4 cuerpos.

Nunca es fácil reprisar, pero La Bella Otero no vivió una experiencia traumática al respecto, siempre respondiendo a la guía de William Pereyra y sin perder ritmo en ningún momento. Su faena la completó en 54s8/100, una marca algo más veloz respecto de lo que le demandaría un rato más tarde a En Un Rincón (Manipulator) llevarse el Clásico Coronel Pringles (G3), entre los mayores.

Defensora de la caballeriza C.R.M. de Venado Tuerto, La Bella Otero fue criada en el Haras El Chañar, y es la décimo cuarta cría que gana clásicos en el país para el padrillo Daddy Long Legs.

Por su línea baja arrastra genética del inolvidable Haras La Quebrada, pues su tercera madre es la recordada campeona Serenita (Southern Halo), que brillara con los colores del Stud Matty, alcanzando también grandes actuaciones después en los Estados Unidos, y en la familia de corredores tan destacados como Didia (Orpen), Tetaze (Equal Stripes), Puerto Escondido (Hurricane Cat), Sei Mi (Potrillazo), Calidoscopio (Luhuk), etc.



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