El bicampeón de la velocidad tendrá un par de rivales exigentes en la yegua Ansia Clara y el potrillo Coraje Gaucho en la recta norteña
El Gran Premio Suipacha (G1-1000 m, césped) será uno de los puntos salientes de la extraordinaria jornada que se vivirá esta tarde en el Hipódromo de San Isidro. Si hay un caballo convocante actualmente en la Argentina, ese es Labrado, el bicampeón de la velocidad que buscará entrar en la historia como el primero en lograr ganar por 3 ediciones consecutivas uno de los cruces más importantes de la temporada en la división.
En una pista en la que es casi infalible (solo perdió 1 vez en 5 salidas), el hijo de Le Blues pone en juego su cetro entonado por una seguidilla de victorias impactantes, siempre con su estilo de entrar en acción de los 500 metros en adelante para dejar de ser caballo y transformarse en un tren.
Así se llevó los grandes premios Ciudad de Buenos Aires (G1) y Estrellas Sprint (G1) y el Clásico Paraguay (G3), tras pasar unos meses en descanso después de quedar tercero de Arellano (Angiolo) en el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué (G1), su gran objetivo y el único turno de máxima escala en la recta que le falta quedarse.
El crack de los Bonetto tendrá varios rivales de los que preocuparse, sobre todo, el caso de Ansia Clara, imparable de un tiempo a esta parte y que fue segunda en el mencionado Unzué, adelantándose a un Labrado que no pasaba por su mejor momento.
La hija de Angiolo lleva 4 conquistas en fila, entre ellas, los clásicos República de Panamá (G3), Ocurrencia (G3) y Condesa (G3), aprovechando entre medio la donación del handicapper para festejar en el Handicap Fitzcarraldo.
Es de animar el desarrollo desde temprano, y la clave para Ansia Clara estará precisamente en no sufrir un desgaste antes de tiempo. Si eso ocurre, Labrado la tendrá servida.
Para luchar adelante con la yegua estará el potrillo Coraje Gaucho (Lenovo), en su primer enfrentamiento con los mayores. Dueño de los clásicos General Lavalle (G3) y Propietarios (L), además de una temprana conquista en el Kemmis (G3), hará sentir la diferencia en los kilos.
El otro 3 años del lote es Fox Embrujado (Storm Embrujado), que en la pista terminó cuarto de Amor del Bueno (Angiolo) en el Cyllene (G2), aunque este está cuestionado en su análisis. Tampoco vendrá demasiado lejos y la juventud suele pesar.
Finalmente, los generosos Maranelo (Holy Boss) y Lemoro (Le Blues) suben a un nivel diferente con ilusión, aunque, en los papeles, les costará llevarse la victoria.
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