El número uno de la división no tuvo mayores problemas para quedarse con el Sprint (G1) y sumar su segunda Estrella
Labrado ya lleva un año marcando la pauta en las carreras cortas, y su liderazgo parece llamado a durar mucho tiempo. El hijo de Le Blues fue, como la amplia mayoría pensaba, imparable en el Sprint (G1-1000 m, césped) y sumó su segunda Estrella, tras llevarse hace 12 meses el Junior Sprint (G3), repitiendo las hazañas de Gold Spring (Gold Trojan), que también se impuso en ambas competencias entre 1991 y 1992, y de la potranca Feel the Race (Orpen), que lo consiguió en 2014 y 2015.
El actual campeón de la velocidad defendió su título una vez más con enorme solvencia, respondiendo a la victoria previa que había alcanzado en el Clásico Coronel Pringles (G3) sobre la arena de Palermo, cuando remató con una potencia descomunal, la de sus mejores tardes, recuperándose de las derrotas sufridas ante el ya retirado Luthier Blues (Le Blues) en el Clásico Irlanda (G3) y ante la uruguaya Girona Fever (Texas Fever) en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1).
Si Labrado no ganó de punta a punta fue sólo porque le tocó una incómoda largada uno, lo que obligó a Wilson Moreyra, su jockey, a dejar pasar a At a Glance (Angiolo) y buscar un carril más hacia el centro de la pista. Una vez que lo encontró, el caballo empezó a moverse de firme y fue cuestión de tiempo que dominara y se separara, cruzando el disco con medio largo "mentiroso" de ventaja sobre León Americano (Zensational), que atropelló abierto en el final. A 3/4 de cuerpo, el eterno Expressive Smart (Expressive Halo) fue tercero y sumó otra figuración para su notable campaña, todo tras 56s11/100, un tiempo que no dice mucho, pero sobre una cancha en un estado muy malo, como hace tiempo no se la veía, y eso que se la "preserva"...
Cría de El Paraíso, con la preparación de Angel Natividad Bonetto para el Stud Don Ariel y en una madre Sebi Halo, Sabrina Land, Labrado ganó 7 de 9, ya lleva 3 triunfos de G1 en su torrecita y llevó sus premios hasta los 21.561.500 pesos, una pequeña fortuna en el plano local.
Número uno en la velocidad, ahora el campeón encarará el entretenido segundo semestre, con los grandes premios Suipacha (G1), Maipú (G1) y Félix de Alzaga Unzué (G1) como grandes objetivos en pos de consagrarse por segunda temporada como el caballo más veloz de la Argentina y cimentar todavía más su fama. Buscando quedar en los libros como un sprinter inolvidable...
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