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Lanfranco Dettori se dio el gusto de ganar en San Isidro y fue parte grande de la fiesta

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • hace 3 horas
  • 2 Min. de lectura

El ídolo mundial abrió su gira de despedida por Sudamérica aportando su carisma en la tarde del Gran Premio Carlos Pellegrini


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Lanfranco Dettori fue el primer jockey en llegar el sábado al Hipódromo de San Isidro. Fue al cuarto, se cambió y salió a caminar la pista, como en Europa, ante la mirada de los pocos presentes y que se sorprendían con su actitud.

Así, en serio, se tomó su participación en la tarde del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) el ídolo de la fusta, que abrió en la Argentina su gira de despedida por Sudamérica y que lo llevará el 6 de enero a Uruguay para correr el Ramírez (G1) en Maroñas, y el 2 de febrero hasta Brasil, visitando Gávea para animar lo que también promete ser una tarde formidable.

Sonriente, feliz, se sacó cientos de fotos (con colegas, propietarios, público...) y aportó su granito de arena, disfrutando una gran alegría cuando cruzó adelante el disco de la tercera carrera con el debutante Grand Candyman (Señor Candy), afilado al máximo por Juan Saldivia y que respondió de la mejor forma a su favoritismo.

Frankie siguió al pie de la letra las instrucciones, lo trajo cerca y esperó en la recta todo lo que hizo falta para dominar de los 300 metros al disco y vencer con claridad, dando paso a la foto buscada: el Salto del Angel en vivo y en directo.

Además, logró dos terceros y no tuvo figuración ni en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1) con Hi Scottish (Hi Happy), ni con El Pulque (Heliostatic) en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1).

Tras la carrera más esperada del día, Dettori recibió un reconocimiento por parte de las autoridades del Jockey Club -con la chaquetilla de la casa puesta- y le entregó el premio a su colega Joao Moreira por la victoria del brasileño Obataye (Courtier), un viejo conocido.

El Pellegrini y la visita del jockey italiano tuvo una amplísima repercusión en los medios nacionales e internacionales, en un shock mediático siempre necesario. Cabe reflexionar si este tipo de jugadas e inversiones no están entre las ideales para buscar tener mayor llegada con nuestra hípica a otras latitudes...

Estuvo en el Campo 2, pasó a saludar por Palermo, visitó la Escuela de Jockeys dando una clase magistral y le puso su impronta a la jornada de carreras más importante del continente.

Genio y figura, jinete inigualable, showman único, Lanfranco Dettori dejó su huella en una inolvidable visita a la Argentina. Ahora serán los hípicos uruguayos y brasileños los que tendrán la oportunidad de disfrutarlo.



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