Desde 1931, cuando se impuso Pearl Cap, las victorias de las hembras ante los machos en la prueba más importante del viejo continente han sido repetitivas, con 25 heroínas logrando 27 éxitos
Por Diego H. Mitagstein
En ninguna de las carreras más importantes del planeta turf en la distancia se ha dado en los últimos años que las yeguas le ganen tantas veces a los machos como en el Prix de l'Arc de Triomphe (G1), la prueba insignia del turf europeo y que con la conquista de la notable Alpinista suma ahora 8 éxitos de las chicas por sobre los muchachitos al cabo de las últimas 12 ediciones.
La hija de Frankel continuó con la historia que recientemente trazaron Danedream (Lomitas, 2011), Solemia (Poliglote, 2012), Treve (Motivator, 2013 y 2014), Found (Galileo, 2016) y Enable (Nathaniel, 2017 y 2018) le dieron forma a una seguidilla formidable que ahora amplio la tordilla de Kirsten Rausing, aunque la historia grande de las yeguas en la prueba de ParisLongchamp comenzó mucho tiempo antes.
El primer éxito "femenino" en el Arco ocurrió en 1931, cuando se impuso Pearl Cap (Le Capucin), considerada una de las mejores corredoras de todos los tiempos en Francia y que además fue Campeón 2 Años y Campeón 3 Años Hembra allí, ganando además el Prix de Diane, el Prix Morni, la Poule D'Essai des Pouliches y el Prix Vermeille, entre otras competencias de las fuertes.
Entre 1935 y 1937 se dio una seguidilla con 3 yeguas llevándose la gran carrera, comenzando con Samos (Bruleur) y continuando con la célebre Corrida (Coronach), que se impuso en dos ocasiones seguidas con los colores de Marcel Boussac.
En 1945 la victoria quedó en poder de Nikellora (Vatellor), en 1949 se impondría Coronation (Djebel) y en 1953 la copa quedaría para La Sorellina (Sayani). Pasaría 19 años hasta que San San (Bald Eagle) le devolviera la victoria a las yeguas en el Arco para, a partir de allí, hacerse más asiduos los festejos del mal llamado sexo débil.
El de San San no es un nombre más en la historia del Arco, pues le dio a Freddy Head su primer éxito en la prueba como jockey y contaba con la preparación del argentino Angel Penna, que 2 años más tarde llevaría a otra yegua a vencer en la gran prueba del viejo continente como Allez France (Sea-Bird), otro nombre memorable, ahora en sociedad con otro de esos jockeys que están en los libros Yves Saint-Martin.
Ivanjica (Sir Ivor) lo ganó en 1976 y en 1979 llegaría la victoria de Three Troikas (Lyphard), Caballo del Año esa temporada, comenzando otra racha positiva para las yeguas y que luego sumaría los discos de Detroit (Riverman, 1980), Gold River (Riverman, 1981), Akiyda (Labus, 1982) y la notable All Along (Targowice), que logró la curiosa distinción de haber sido considerada como Caballo del Año y Campeón Yegua Adulta de 1983 en los Estados Unidos y en Francia.
En 1993 se sumó a la lista la fantástica Urban Sea (Miswaki), luego una de las yeguas más importantes a nivel reproductivo como madre del inigualable Galileo (Sadler's Wells) y del crack Sea the Stars (Cape Cross), entre otros. Finalmente, Zarkava (Zamindar) hizo historia con la chaquetilla del Aga Khan en la versión del Arco de 2008.
En total, 13 potrancas de 3 años, 10 yeguas de 4 años y 2 de 5 fueron las que a lo largo de tantos años de célebre desandar consiguieron imponerse en la carrera de caballos por excelencia del turf europeo, con Alpinista el domingo último aportando el eslabón final hasta el momento.
En pocas carreras los propietarios y profesionales se animan tanto a enfrentar a las yeguas con los machos como en el Arco, y los números son terminantes.
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