Dejó que la favorita Candy and Giant y Vida Amorosa se suicidaran adelante y pasó de largo al promediar la recta final
Sentarse a planear un desarrollo analizando una carrera fue el dato que le permitió al entrenador Omar Labanca y al jockey Lautaro Balmaceda quedarse este miércoles con el Clásico Etoile (L-1200 m, arena), la prueba más importante de la jornada que se realizó en el Hipódromo de San Isidro.
Con una yegua veloz, puntera, los profesionales prefirieron apartarse de la lucha por la delantera que podía adivinarse y todo rindió los mejores dividendos, pues la hija de In the Dark pudo capitalizar la lucha suicida que mantuvieron al frente Vida Amorosa (Safety Check, 57) y la favorita Candy and Giant (Giant's Pleasure, 56).
Fueron estas últimas las que vinieron corriendo fuerte adelante, cabeza a cabeza, marcando parciales de 22s95/100 y 45s28/100 para los 400 y 800 metros iniciales, circunstancia que les pasó la factura al promediar la recta final. Fue allí cuando Balmaceda lanzó abierta a Linda Gloss, tras mantenerla en la tercera posición desde la partida, pasando de largo a las punteras y poniéndose cómoda arriba.
El disco encontró a la defensora del Stud O.M. con 2 cuerpos de ventaja sobre Keep In Touch (Hurricane Cat, 54), con Giant Kiss (Fortify, 54 1/2) colgándose del último lugar del podio a 1 largo. ¿Qué fue de las líderes? Lo lógico, Candy and Giant incineró una montaña de boletos cruzando cuarta a 1 cuerpo más y Vida Amorosa cerrando la marcha a 5 1/2 de la vencedora, todo tras una marca de 1m9s44/100.
Criada por el Haras Vacación, Linda Gloss llegó a su quinta y más importante victoria, tercera sobre la arena de San Isidro, una superficie que le cae de perillas. Su nivel viene subiendo y en la velocidad con codo será siempre protagonista, mucho más ahora que puede correr adelante o esperar, dependiendo de las circunstancias...
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