El hijo de Hurricane Cat dio el salto a los G1 en gran forma, aunque se abrió demasiado en el final; Lawson, segundo en la pista, fue distanciado de oficio por molestar claramente a Satu
En el Gran Premio Estrellas Mile (G1-1600 m, césped), la mejor carrera en cuestión de calidad dentro de la serie auspiciada por la Fundación Equina Argentina, ninguno de los grandes candidatos pudo llevarse la victoria. Sorprendiendo, no tanto por su capacidad corredora sino porque enfrentaba rivales durísimos, fue Love the Races el que se quedó con todos, durmiendo el desarrollo temprano y aprovechando las energías que ahorró para aguantar en la recta final.
Fue también una prueba con sus bemoles en materia reglamentaria, que dejó discusiones hasta bien entrada la noche por lo que pasó, y por lo que no pasó. En la pista, el hijo de Hurricane Cat había superado por 1 1/2 cuerpo a Lawson (Le Blues), que por la cabeza dejó tercero a Satu (Catcher In the Rye), que dio la impresión iba a pasar de largo cuando zafó de una encerrona por los palos y encontró la mitad de la cancha.
Pero Lawson lo golpeó claramente, cortó su avance y, reclamo de oficio mediante, la comisión de carreras lo distanció al tercer puesto en fallo correcto, quedando flotando la pregunta sobre por qué Adrián Giannetti no reclamo ante un golpe tan evidente.
El otro punto fue lo clarísimo del cambio de carriles de Love the Races, que de los 300 al disco soltó los palos para terminar, por lo menos, 10 andariveles más abierto, llevándose a Lawson y a Satu en ese cruce con luz, que ya no podían corregir si la intención era ganar. El sesgo fue demasiado grande, demasiado, y seguramente le vaya una sanción a Gonzalo Borda.
El jockey, más allá del desliz sobre el cierre, tuvo una conducción estupenda, pues en una carrera donde nadie quiso arriesgarse, asumió la delantera y rápidamente se transformó en el rival a vencer. Subsanador (Fortify), el favorito, nunca tuvo empuje, dejando en claro que el césped no es lo suyo. Y Satu, que había ganado en récord corriendo de punta el Anchorena, probaba una nueva táctica quedando lejos, dando ventajas con un parcial incial de 26s4/100 y otro de 49s44/100 para los 800 metros.
El único que se animó a venir cerca de Love the Races fue Lawson, aunque Eduardo Ortega Pavón, su jinete, tampoco quiso pelear. Así las cosas, en la recta, temprano se sabía que el líder iba a resistir, para darse luego los episodios mencionados, tras una marca floja de 1m36s25/100.
Reservado de Vacación y preparado por José Luiz Correa Aranha, Love the Races mostró en el plano mayor ante los mejores toda su capacidad y ahora manda en la milla de grama, más allá de que en futuros enfrentamientos de la división, todo puede cambiar ante tanto talento suelto.
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