La hija de Key Deputy cargará 61 1/2 kilos ante Jump Spring, Capadocia Rim y Piedra Preciosa en el kilómetro del norte
La doble jerárquica del sábado en el Hipódromo de San Isidro se completará con el Clásico Producción Nacional (L-1000 m, césped), para yeguas desde los 4 años y bajo régimen de handicap, seguramente, disputándose sobre pista alterada ante las lluvias de los últimos días.
Pegadita a los palos arrancará la rendidora Madonna Key, cargando el topweight de 61 1 /2 kilos y buscando retomar la buena senda después de dos labores que no terminaron de conformar en el plano de los G1. Titular en esta cancha de los clásicos Condesa (G3) y Ocurrencia (G3), y que sobre la arena de Palermo ganó el General Arenales (G3), la hija de Key Deputy terminó octava de la campeona uruguaya Girona Fever (Texas Fever) en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1), para luego, en su gestión más reciente, finalizar sexta en el Gran Premio Estrellas Sprint (G1), llegando a 4 largos de Labrado (Le Blues), el actual líder de la división.
Siempre pronta para moverse entre las de adelante, la zaina del Stud Gran Muñeca se toma con la experimentada Jumpy Spring (Full Mast, 60 1/2), de regreso al terreno donde mejor suele comportarse, por ejemplo, terminando como escolta de Just On Time (Hurricane Cat) en el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué (G1), en diciembre.
Bien abierta, Capadocia Rim (Remote, 57) también se siente muy cómoda en la grama del Jockey Club, donde terminó primera en las dos ocasiones en que compitió, incluso hace 35 días, ganándole por media cabeza a la mencionada Jumpy Spring en el Clásico Osvaldo Martínez, ante los machos.
No lejos de las anteriores en la impresión, la tordilla Piedra Preciosa (In the Dark, 60) amenaza con complicarlas. Ganadora de los handicaps Carapálida y Spiny, tiene amplio roce a nivel clásico, como en su más fresca aparición, cuando llegó tercera a medio cuerpo y medio pescuezo de Che Maga (Violence) y At a Glance (Angiolo), dos referentes.
Bel Amour (Tweaker, 52) y She Will Run (Star Runner, 52) van bien livianitas y allí fundan sus aspiraciones de sorprender ante adversarias de mucho nivel.
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