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Magyar esperó con paciencia y en la recta pasó de largo a los candidatos

Foto del escritor: Turf DiarioTurf Diario

El hijo de Lenovo sacó el mejor provecho de la lucha que sostuvieron al frente Pan y Circo y Rigoni para llevarse el Clásico Onesto Puente (L)

LA PLATA.- Dice el Martín Fierro que si "los hermanos se pelean, los devoran los de afuera". Trasladado al mundo burrero, bien podríamos decir que si los "favoritos se pelean, los devoran los de afuera". Eso fue lo que sucedió este jueves en el Clásico Onesto Puente (L-1200 m, arena húmeda), la carrera más importante en la programación del Bosque y donde Magyar sacó el mejor provecho de una táctica acertada y de la pelea que por la punta sostuvieron desde el salto Pan y Circo (Qué Vida Buena) y Rigoni (Cityscape), los dos grandes candidatos en la previa.

Proveniente de una sólida victoria condicional, y con Wilson Moreyra en sus riendas, vigiló desde la tercera colocación la porfía entre sus rivales, que dejaron los 400 metros iniciales atrás en 24s24/100 y los 800 en más exigentes 46s56/100. Llegaron al derecho cabeza a cabeza y ampliaron las diferencias a un par de cuerpos, pero estaban quemando sus últimas energías.

Por el centro, y ya empujado por su jinete, arrancó Magyar para pasar de largo por los 150 metros y encaminarse hacia la mejor victoria de su campaña. Pan y Circo y Rigoni continuaron luchando hasta la meta, donde el primero logró sacarle el pescuezo a su rival, pero a medio largo del primero, todo tras notables 1m10s7/100 en una cancha complicada.

Mariano Iguacel Loeda prepara en Palermo al caballo del Stud Luchador, de Río Cuarto, Córdoba, que llegó al quinto lauro de su trayectoria sobre un total de 20 presentaciones, todas ellas conseguidas sobre los mismos 1200 metros que tuvo de recorrido el Onesto Puente, donde, dicho sea de paso, cumplió su debut en el plano de los clásicos.

Criado por Oscar Mateu y Enrique A. Mascotena, se trata de un hijo del Campeón Velocista Lenovo (Roman Ruler) y Qué Vida Seca, esta por el generoso Qué Vida Buena (Bernstein), que así tiene su primer nieto ganador clásico.

El siempre entretenido trajinar de los velocistas en La Plata tiene un nuevo nombre entre los de arriba con Magyar, que ahora tendrá la difícil tarea de mantenerse en una categoría donde lo que siempre le sobrarán son rivales complicados.

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