El hijo de Holy Boss superó por el pescuezo a Río Felipín para llevarse el Clásico Necochea (L)
Maranelo no está en el grupo de los sprinters top del país, pero, sobre el césped, es una de las referencias en el plano intermedio de la división. Lo confirmó este domingo en la recta del Hipódromo de San Isidro, recuperándose de su previo sexto en pos de Labrado (Le Blues) en el Gran Premio Estrellas Sprint (G1) quedándose con el Clásico Necochea (L-1000 m), su tercer éxito jerárquico en las mismas condiciones en lo que va de la temporada, sumándose a los ya logrados en los clásicos Eduardo Jara y Osvaldo Martínez, ambos non-grade.
Con Juan Carlos Noriega en sus riendas, portando 60 1/2 kilos, uno de los pesos máximos, el hijo de Holy Boss y Miss Lute (Midnight Lute) respetó su táctica de correr de menor a mayor, obligado a moverse por la parte interna tras arrancar desde la puerta 2.
Adelante, En Un Rincón (Manipulator, 56 1/2) e Ill Diabolo (Lizard Island, 56) se encargaron de ponerle ritmo al desarrollo, estableciendo parciales de 23s7/100 y 44s84/100, condiciones ideales para que el ganador se hiciera sentir en la parte final.
Y así fue, pues Noriega armó la atropellada del caballo del Stud Chico Carlos, que en los 130 metros pasó al frente para contener el avance que casi a la par desató Río Felipín (Grand Reward, 55 1/2), finalmente su escolta desde el pescuezo. También viniendo de atrás, y descontando muchísimo, el topweight León Americano (Zensational, 61) concluyó tercero a 1 largo, todo tras 56s32/100.
De la cría del Haras La Leyenda y con Roberto Pellegatta y Juan Saldivia en su preparación, Maranelo suma puntos en la corta y sigue ilusionándose con poder rendir ahora en el plano gradual.
Comments