Martana busca revancha y Coni Fizz va por la consagración

El Estrellas Distaff (G1) ofrece uno de los grandes desafíos de la tarde en Palermo, con nombres fuertes, talento en alza y una corona esperando dueña

Martana cayó sorpresivamente en el Criadores, pero ahora quiere el Distaff / JUAN I. BOZZELLO

En el corazón vibrante de las Carreras de las Estrellas, allí donde la tradición se fusiona con la emoción más pura, el Gran Premio Estrellas Distaff (G1-2000 m, arena, $ 50.000.000 a la ganadora) se alza hoy como uno de los desafíos más apasionantes de la jornada en el Hipódromo Argentino de Palermo. Es la prueba cumbre para las yeguas adultas dentro de la serie, una batalla por la supremacía sobre 2000 metros, que este año promete un desenlace épico, con la corona a la espera de una nueva soberana. La ausencia de Sarawak Rim (Remote), vencedora del Gran Premio Criadores (G1), abre de par en par las puertas de la gloria, invitando a una contienda abierta donde cada valiente tiene su oportunidad de grabar su nombre en la historia.

La pista palermitana será testigo de un choque de estilos y ambiciones. Una de las candidatas naturales a aprovechar el vacío dejado por Sarawak Rim es Martana. La hija de Fortify supo lo que es vencer con autoridad a esa misma rival, dominando el Clásico Bullrich (G2) por varios cuerpos. Esa victoria fue una declaración de intenciones, un grito de poder que la posicionaba en la élite. Es cierto que su posterior actuación no fue la esperada, pero los grandes campeones se forjan en la resiliencia y la capacidad de revertir reveses. Martana llega con la chance de redimirse, de volver a mostrar esa versión arrolladora que la llevó a la cima y de reclamar su lugar en el podio. Su talento es innegable y su espíritu combativo, una garantía de espectáculo.

Desde el campamento de las ascendentes llega con un halo de invencibilidad Coni Fizz. Por Marconi, se presenta con dos resonantes triunfos clásicos consecutivos bajo el brazo, que la postulan como una figura en ascenso imparable. Dominó en la corta y en la media distancia con una solvencia que impresiona. Sin embargo, el desafío que enfrenta hoy es mayúsculo: el salto de la milla a los 2000 metros del Estrellas Distaff. Si Coni Fizz logra extender su demoledor paso a esta nueva distancia, su consagración será total, y su nombre, un eco de poder en el turf argentino.

Pero la arena de Palermo también recibirá a otras contendientes de armas tomar, con sus propias narrativas de superación y esperanza. Poker Mommy (Daddy Long Legs) es una de ellas. Se percibe en el aire que está en camino a reencontrar la forma que la llevó a brillar en sus épocas de potranca, cuando conquistó con autoridad el Clásico Beazley (G2). Su presente es de paulatino ascenso, y se acerca más a aquella versión excelente. Una victoria de G1 sería la confirmación de su renacimiento, un regreso por la puerta grande a la cúspide.

Otro nombre fuerte que se perfila con ilusiones es Obra Clásica (Suggestive Boy), que supo lucirse con creces en la media distancia, mostrando una versatilidad y una capacidad de remate que la hacen muy peligrosa. Ahora, el desafío es estirarse a los 2000 metros, una distancia que podría potenciar sus virtudes o exigirle un esfuerzo extra. Su campaña sólida y su buen momento la colocan como una pieza clave en este rompecabezas de elite.

Y no se puede hablar de una prueba de G1 sin mencionar a las sorpresas posibles, esas yeguas que, con campañas menos rutilantes, poseen el talento para dar el zarpazo. Bella Marieta (Cosmic Trigger), con una campaña breve pero efectiva, ha demostrado que cada una de sus apariciones es para dejar huella; Herd Immunity (Forge), que viene de ganar por un campo un clásico en La Plata, trae consigo la potencia de una victoria contundente en otra plaza, lo que le da un envión anímico y competitivo grande. Finalmente, International Look (Cosmic Trigger) es otra yegua que arrumó en numerosas carreras importantes, mostrando siempre valor y un corazón inmenso. Viene de ganar bien, y esa victoria le inyecta la confianza necesaria para buscar el golpe de gracia en el momento más inoportuno para sus rivales.

El Gran Premio Estrellas Distaff (G1) no es solo una carrera; es una saga que se escribe en la pista, una ópera de galope y esfuerzos. Con la ausencia de una campeona, el escenario está servido para que una nueva figura se alce con el cetro, demostrando que en el turf, la gloria es efímera, pero la leyenda, eterna. Palermo espera con el aliento contenido...