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Martana ganó el Clásico Chile de Palermo dando espectáculo

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 15 sept.
  • 3 Min. de lectura

La hija de Fortify superó por 12 cuerpos a La Guernica, se reencontró con la victoria y ratificó sus excelentes condiciones


Martana fue una máquina de sacar cuerpos en el derecho / JUAN I. BOZZELLO
Martana fue una máquina de sacar cuerpos en el derecho / JUAN I. BOZZELLO

Sus antecedentes eran terminantes, y de allí que nadie se haya sorprendido por la forma en que Martana ganó este lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo el Clásico Chile (G2-2200 m, arena húmeda), parte principal del excelente doblete jerárquico con el que el turf argentino abrió una nueva semana.

Volviendo al ruedo luego de un par de meses largos de inactividad, y en la misma prueba en que hacía 12 meses había terminado tercera, la hija de Fortify tuvo su revancha, reencontrándose con el triunfo después de sus muy buenos segundos en los grandes premios Criadores (G1) y Estrellas Distaff (G1).

Fue un festival para la reservada del Stud-Haras Santa Inés, que ejerció un dominio abrumador sobre las 5 rivales que le salieron al ruedo, respondiendo a su inmenso favoritismo, pues el público la plebiscitó en el totalizador con un sport de $ 1,20.

Con Martín Valle en sus riendas, la zaina vino siempre persiguiendo el andar de la puntera Poker Mommy (Daddy Long Legs), aumentando la presión con el correr de los metros, para ya comenzar a encimarla de firme en el último codo.

Tras parciales de 26s7/100, 49s86/100 y 1m14s22/100, Martana igualó a la tordilla al promediar la curva  y abierta la fue dominando una vez en la recta final. De allí en adelante, se pegó a los palos y empezó con su show, abriendo cuerpos y más cuerpos al frente para florearse hasta el disco.

El photochart terminó contando 12 cuerpos en favor de la vencedora por sobre La Guernica (Il Campione), que tuvo la mejor carrera de su vida, quitándole por 1/2 cuerpo la posición de escolta a Poker Mommy, agotada en el final tras hacer el gasto e intentar evitar que Martana la superara. El resto cruzó a tiro de cañón, en una marca de 2m16s71/100, con fracciones complementarias de 1m39s10/100 y de 2m4s6/100.

Preparada por Enrique Martín Ferro, Martana lleva un año como una de las referencias entre las yeguas en la distancia de Palermo, sufriendo su único bajó cuando tentó fortuna en el Gran Premio Copa de Plata (G1), sobre el césped de San Isidro, llegando lejos.

Ese período tan productivo ya le permitió, además de llevarse la copa del Clásico Chile, también festejar en el Clásico Arturo R. y Arturo Bullrich (G2) y en los handicaps Jorge Héctor Iglesias y Miss Grillo, siempre entre los 1800 y los 2200 metros.

Si hay algo que Martana ha mostrado a lo largo de su campaña es ductilidad, pues habrá que recordar que ganó debutando sobre el kilómetro porteño, sumando además primeros puestos en 1200 y 1400 metros.

Martana es hija de la buena Marsigliese (Mutakddim), titular del Clásico Diego White (G3) y hermana materna de Marina Romea (Orpen) -que produjo al notable Marignac (Equal Stripes)- y de la recordadísima Malpensa (Orpen), que luego de llevarse los grandes premios Copa de Plata (G1), Gilberto Lerena (G1) y Criadores (G1), fue una madre excepcional en Japón, como vientre del G1 Satono Diamond (Deep Impact) y abuela del G1 Dura Erede (Duramente), entre otros.

Para Martana el horizonte parece marcar el Clásico Ramón Biaus (G2-2200 m, arena) como próximo objetivo, siempre en la arena de Palermo, y después habrá que ver si sus responsables quieren hacer un nuevo intento en la grama otra vez con la Copa de Plata (G1) por delante.

Esas serán otras historias. La de este lunes terminó con Martana dando espectáculo en Palermo. Ganando a lo buena.



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