El caballo preparado por Josiane Gulart pasó de largo a la puntera Honey Moon y se quedó con el turno para velocistas del mitín del Ramírez
Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Montevideo, Uruguay)
MONTEVIDEO, Uruguay (Especial para Turf Diario).- Girona Fever ya no está, pero Metido a Bacana es un justo heredero de la corona de los sprinters de este lado del Río. En una actuación notable, el hijo de Put It Back confirmó su notable actualidad y logró una inapelable conquista en el Gran Premio Maroñas (G2-1000 m, arena), donde los caballos argentinos no tuvieron labores destacadas.
Caballo con historia el pupilo de Josiane Gulart al que montó Vagner Leal, su marido, que había sido comprado de potrillo por el futbolista peruano Paolo Guerrero, aunque luego esa transacción no se concretó. Rebotado por un veterinario, terminó por pocos reales compitiendo para el Stud Vinicius Rohers y ahora alcanzó la gloria.
Sabedor de cómo iba a darse el desarrollo, Leal esperó por la larga recta final para entrar en escena con Metido a Bacana, que terminó dando cuenta en la parte final de la valiente puntera Honey Moon (Sum of the Parts) para batirla por 2 1/2 cuerpos; a 3/4, Pelagio (Overanalyze) fue tercero y en cuarto concluyó La Sobrina (Trinniberg), a la cincha.
De los velocistas argentinos el mejor clasificado resultó Ser Sincero (Fortify), quinto a 5 3/4 cuerpos del ganador, descontando, mientras que Candy and Giant (Giant's Pleasure) y Arellano (Angiolo) pasaron totalmente desapercibidos para ocupar los dos últimos lugares del marcador, alejados y juntos. Sobre la yegua habrá que decir que en las horas previas habría tenido un problema físico, tanto que Gustavo Calvente terminó sin correrla, reemplazado por Fernanda Rodríguez.
En 57s99/100 Metido a Bacana, que fue criado por el Haras Santa Maria de Araras, resolvió la historia a su favor y se calzó la corona que hasta muy poco era pertenencia exclusiva de la extrañada Girona Fever.
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