El gran favorito superó por la cabeza al puntero Lagarto Boy para levantar la copa en el Clásico Malvinas Argentinas (L)
Un desarrollo en contra puede hacerle perder una carrera a cualquiera, incluso al más mentado. Dependiendo de la calidad, se puede superar esa circunstancia o caer en la trampa de un trámite complejo. Como bueno que es, Mezzopiano sacó adelante este lunes su enorme favoritismo en el Clásico Malvinas Argentinas (L-2000 m, arena), pese a las dificultades que le ofreció la ausencia de tren de carrera para sus condiciones de atropellador.
Previo notable segundo de El Kodigo (Equal Stripes) en el Gran Premio República Argentina (G1), hace menos de un mes, el hijo de Daddy Long Legs puso toda su clase para ser la gran figura del día en el Hipódromo Argentino de Palermo, con la siempre inestimable ayuda de Francisco Leandro, que leyó todo a la perfección e hizo lo que le iba pidiendo la prueba.
Por supuesto que por su línea se esperaba ver a Mezzopiano vencer de manera más holgada, pero los parciales suaves que Lagarto Boy (Suggestive Boy) estableció adelante -24s81/100, 49s59/100 y 1m14s70/100- obligaron al brasileño a traer a Mezzopiano mucho más cerca de lo que se acostumbra verlo, pero en el lugar donde debía estar si pretendía definir, a la par de Buen Escosés (Bodemeister).
En la recta, ante semejante tranquilidad, no hubo atropelladas, y los 3 que venían corriendo la carrera definieron, con Mezzopiano sacando a relucir una buena dosis de garra para quebrar en la cuadra final al líder y doblegarlo por la cabeza, con 3/4 de cuerpo ante Buen Escocés, el tercero, de muy buena labor.
El tiempo para los 2 kilómetros en cancha normal fue de 2m1s72/100, tras un parcial complementario de 1m38s29/100 para la milla, lo que deja veloces 23s43/100 para el último cuarto.
Criado por el Haras Los Turfistas, con una madre Mutakddim preparado por Eduardo Tadei y portando los colores del Stud Etoile, entre los más antiguos aún con vigencia, Mezzopiano ganó una de esas carreras cuyo desarrollo tranquilamente podría haberle propinado una derrota. Sigue mejorando el zaino, dando pasos firmes, ya establecido como uno de los mejores caballos de arena en los 2 kilómetros.
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