El hijo de Daddy Long Legs apabulló a El Epecuen en el Clásico Perú (G2) y se afirma entre los mejores del momento en la arena
El camino ascendente de Mezzopiano deja a su paso alegrías grandes, y a la vez genera ilusiones inmensas. El caballo que hace unos pocos meses ni siquiera había debutado, dio este sábado otra muestra de su poderío con una victoria apabullante en el Clásico Perú (G2), sobre 1800 metros, ratificando su posición como uno de los mejores del momento en la arena, quizás sólo detrás de El Kodigo (Equal Stripes).
Con sólo 4 caballos en las gateras, podía pensarse que el desarrollo se le complicaría, teniendo en cuenta su característica de correr de atropellada. Pero, como se dijo en la previa desde estas mismas páginas, la presencia del rosarino Emprestado (Catcher In the Rye) fue la clave para que todo se allanara en la ruta del favorito.
Ocurre que su principal rival era el ascendente El Epecuen (Il Campione), puntero de esos firmes y que podía hacerse perdiz si manejaba los tiempos a su gusto, poniendo en una disyuntiva a Francisco Leandro sobre qué hacer con Mezzopiano. Sin embargo, las predicciones terminaron por confirmarse, Emprestado luchó un tramo con El Epecuen y el jockey brasileño se frotó las manos a la espera de la recta.
Cuando Emprestado abandonó, una vez que cumplió con su misión, Leandrinho no perdió el tiempo y rápido arrimó a Mezzopiano, como para que El Epecuen nunca estuviera cómodo ni se agrandara. El resto fue sencillo, pues paulatinamente el crédito del Stud Etoile sacó ventajas para terminar poniéndose cómodo y apabullando a su rival.
El disco marcó 4 cuerpos de diferencia para el ganador, con El Epecuen -sobre el que Kevin Banegas reemplazó al suspendido Juan C. Villagra- llegando 15 antes que Berri Vell (Bodemeister), que completó la trifecta con 23 largos de diferencia sobre un agotado Emprestado, todo tras 1m48s7/100, una marca razonable aunque no deslumbrante.
La mano experimentada de Eduardo Tadei rinde sus frutos con Mezzopiano, que ahora exhibe un campaña con 4 triunfos en 6 salidas y 2 unicas derrotas, ambas ajustadas y ante El Kodigo, una en la condicional y la restante en el Gran Premio República Argentina (G1). De aquél debut con triunfo sobre 1200 metros, el preparador trabajó y trabajó con su caballo, tendiéndolo, haciéndolo mejor, encontrando la mejor respuesta. Incluso desde lo físico sigue mejorando, pues este sábado pesó 502 kilos, su máximo hasta el momento.
Criado por el Haras Los Turfistas, Mezzopiano tiene por madre a My Virtue (Mutakddim), una hermana del G2 Mi Rey (Louis Quatorze) y de la clásica My Honesty (Indygo Shiner), que luego produjo al Campeón Velocista Legión de Honor (Grand Reward), en la familia del Derby Winner Hangar (Southern Halo) y de la G1 Hopeful (Merce Cunningham).
Ahora con el Clásico Italia (G3), que se correrá el 15 de septiembre próximo y sobre 2000 metros, como objetivo, Mezzopiano volvió a ser el responsable de otro abrazo inolvidable para Sebastián Di Nucci, Juan Vidaurre y Juan José Marra, sus propietarios, que viven un momento único.
En un sábado con mucho público en las tribunas, Mezzopiano regaló otra actuación convincente, llegó a su mejor victoria y sigue para arriba. Ponerle techo es imposible y ya es de esos caballos a los que el público espera para ver...
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