Luciendo la chaquetilla del futbolista, la del Stud Abu-Na-Die, el hijo de Il Campione ganó ajustadamente el Clásico Buenos Aires (G3), en el controvertido césped de Palermo
En materia de alegrías, Ignacio Fernández las vive en el turf casi con la misma frecuencia que en el fútbol, el deporte en el que se luce. Sus colores del Stud Agu-Na-Die brillaron de nuevo este sábado en el Hipódromo Argentino de Palermo, con Monsieur Delon llevándose el Clásico Buenos Aires (G3), parte inicial del doblete jerárquico de la fecha y que se disputó sobre una milla en la controvertida pista de césped.
El tordillo, que venía de caer cerquita en el Clásico Ahmad, en el mismo trazado, sacó adelante un final ajustado y, tras una lucha que se extendió durante buena parte de la recta, superó por el hocico a Chanclette (Super Saver), con Código Postal (Seek Again) en tercero a solo la cabeza.
La cancha interna porteña pocas veces permite un análisis completo y justo, ya que suelen suceder allí cosas rarísimas. Sus peligrosas pasarelas, su mal estado en general... Siempre alguna cuestión saca de centro todo lo que pueda decirse. Y esta vez fue el extrañísimo comportamiento del gran favorito Folie Ninja (Hat Ninja), que salió corcoveando y corrió así por varios metros hasta que Daniel E. Arias, su jockey, logró normalizar su paso; claro, a esa altura, ya todo estaba perdido, terminando en un alejado cuarto lugar, solo delante de Emm Day (Emmanuel), que cerró la marcha.
Criado en el Haras Santa Inés, y preparado por Jorge Mayansky Neer, Monsieur Delon continuó con su evolución, montado por un Juan Cruz Villagra que, desde que pagó su suspensión, está en estado de gracia.
En Madame Kris (Exchange Rate), y hermano de la placé de G2 Madame Inés (Violence), Monsieur Delon alegró a Nacho Fernández y confirmó su predilección por el césped de Palermo, sobre el que sus dos únicas participaciones le dejaron sus resultados más importantes.
Párrafo aparte para el tiempo. El reloj marcó un ridículo parcial inicial de 21s40/100, no hubo fracciones para los 800 y los 1200 y se detuvo tras 1m32s20/100. A esta altura, aburre el tema, y que Palermo no lo solucione es una verdadera falta de respeto. Un hipódromo tan importante no puede estar por toda la eternidad sin tener credibilidad en sus registros.
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