Murió Congrats, un caballo que brilló en las pistas y como padrillo
- Turf Diario
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Ganador clásico y padre de múltiples ganadores de G1, tenía 25 años y falleció de causas naturales en Florida

OCALA, Florida (Especial para Turf Diario).- El turf de los Estados Unidos despidió el domingo a uno de sus padrillos más representativos de las últimas décadas. A los 25 años y por causas naturales, murió en Florida el generoso Congrats, cuya influencia fue palpable tanto en las pistas como en la reproducción.
Hijo del inolvidable A.P. Indy, y criado por Claiborne Farm junto con Adele Dilschneider, cumplió una destacada campaña entre 2002 y 2006 bajo el cuidado de varios entrenadores, aunque sus actuaciones más recordadas llegaron con Richard Mandella, miembro del Salón de la Fama. En total ganó 7 de sus 26 presentaciones, con ingresos que rozaron el millón de dólares, destacándose su triunfo en el San Pasqual Handicap (G2) de 2005. Ese mismo año también fue segundo en el Santa Anita Handicap (G1) y tercero en la Hollywood Gold Cup (G1), además de animarse a correr la Dubai World Cup (G1), donde terminó quinto.
Ya como reproductor, inició su labor en Vinery Florida, luego fue transferido a Kentucky, primero en la sede central de Vinery y, desde 2013, a WinStar Farm. En 2021 fue retirado de la reproducción y trasladado a Woodford Thoroughbreds, establecimiento de John Sykes en Reddick, ahora conocido como Persaud Legacy Farms, donde pasó sus últimos años bajo los cuidados de Scott Kintz, de Six K’s Training & Sales.
Congrats produjo 15 generaciones, dejando una producción de 1.565 crías, con 47 ganadores clásicos, 12 de ellos en el plano de grupo o grado, tanto en el hemisferio norte como en el sur, pues también viajó en varias temporadas a Australia.
Entre sus descendientes más destacados figuran la múltiple ganadora de G1 Turbulent Descent, Haveyougoneaway (Ballerina Stakes), Wickedly Perfect (Alcibiades) y Emma’s Encore (Prioress Stakes), además del millonario Bango, que ostenta el récord de más triunfos en la historia moderna del hipódromo de Churchill Downs.
“Era un caballo adorable, un viejo sabio. Todas las mañanas salía corriendo hacia su comedero y seguía adelante como siempre. Se lo veía espléndido para su edad”, recordó Kintz, que lo acompañó hasta el final: “Me acosté junto a él en su box cuando se echó el lunes por la noche y murió en paz. Sentí que tenía una obligación con él. En parte, él me trajo hasta aquí”.
La noticia fue recibida con tristeza también por Sykes, que lo tuvo durante tantos años en Woodford: “Se fue, pero nos deja muchos recuerdos imborrables de todo lo que hizo por el haras”.
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