La tordilla completó el doblete gradual del Haras Abolengo y del padrillo Daddy Long Legs sorteando todos los escollos que la prueba preparatoria para el Selección le proponía
La caballeriza Los Betos, el apellido Scarpello en la columna del entrenador e Iván Monasterolo como jockey, tienen otra potranca criada en el Haras Abolengo para hacerse ilusiones de las grandes. Como hace muy poco tiempo había ocurrido con la talentosa Issa (Equal Stripes), ya retirada, ahora la esperanza se llama Poker Mommy, que construyó una actuación prometedora para ganar este viernes en el Hipódromo Argentino de Palermo el Clásico Francisco J. Beazley (G2-1800 m, arena normal), preparatorio hacia el Gran Premio Selección (G1), la carrera más importante del año en la división.
Vencedora en su segunda salida sobre 1400 metros en la arena de San Isidro, la tordilla aprobó el exámen con un sobresaliente, saltando considerablemente en la distancia, enfrentando un lote más complicado y asumiendo el reto desde la delantera, jugándose con valentía, pese a todo.
El vareo de Franco y Gustavo Scarpello rindió sus frutos, en una "melodía" ejecutada a la perfección por Monasterolo, que se entiende de maravillas con una potranca que cuando la quieren pelear, tiene clase y se agranda.
En el primer tramo, Gonzalo Borda puso a Flavie (Seahenge) a marcarla de cerca, sin dejarla mover con comodidad ni dormir los parciales. Cuando los metros corrían, la puntera se ponía más firme y ya para el codo se notaba que su perseguidora no la iba a poder persionar por mucho tiempo más.
Poker Mommy llegó a la recta y con el envión abrió un par de cuerpos de ventaja, dando la impresión de que alcanzarla iba a ser casi imposible. Sin embargo, hubo algo de suspenso en la recta, cuando mientras la favorita Erase Una Vez (Il Campione) cargaba abierta con "siniestras intenciones", como solía decir un viejo cronista, la potranca de Los Betos le negaba en un par de veces el cambio de mano a su jinete.
Por los 200 metros Monasterolo logró el objetivo, Poker Mommy encontró un nuevo aire y remató con ritmo, batiendo finalmente a una Erase Una Vez que mejoró bastante su imagen. A otros 2 cuerpos, Seafarm (Seahenge) completó la trifecta, con Equipada a Tope (Equal Stripes) apenas cuarta.
Outsider en los boletos, la ganadora estableció un tiempo de 1m46s47/100, apenas un poquito más lento respecto del 1m46s39/100 que marcó Ever Daddy para lucirse entre los potrillos en el Clásico Coronel Miguel F. Martínez (G3), y en lo que fue un doblete sensacional del Haras Abolengo y del padrillo Daddy Long Legs, que tras su consagración como Leading Freshman Sire ahora pisa fuerte en el proceso selectivo, ya con 4 crías ganadoras de black-type en nuestro medio.
En Poker Lady (Southern Halo), y hermana de otros tres ganadores, Poker Mommy responde a una familia estadounidense que marcó época aquí desde el Haras Ojo de Agua y que, en esta línea, recuperó el Haras Don Arcángel con la importación desde los Estados Unidos de Cozy Cat (Cozzene), una nieta de Fun House (The Doge), ni más ni menos que la madre del formidable Good Manners (Nashua), un verdadero Jefe de Raza.
Poker Mommy dio un paso enorme en el Beazley y ahora apuntará al Selección como esperanza de Los Betos, los Scarpello e Iván Monasterolo, equipo que tiene otra potranca de futuro con Agrippina (Orpen). Habrá que ir hasta los 2000 metros y medirse con las mejores, pero la tordilla, al menos hasta aquí, hizo todo bien. ¿Cómo no soñar entonces?
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