De punta a punta, en parciales violentísimos, la yegua de Santa Inés construyó la mejor actuación de su excelente campaña
Impactante. Así fue la victoria de Nanabush en la edición inaugural de la Copa Diamante (G1-1600 m, césped), uno de los puntos altos dentro de la gran jornada del sábado en el Hipódromo de San Isidro, venciendo de punta a punta, metiendo pata en todos lados y rematando con una potencia fenomenal.
Ya el resultado era irrevocable y Enrique Martín Ferro, entrenador de la hija de Il Campione decía: "Iba a correr así, era la instrucción. A ella le gusta, tiene una velocidad descomunal y había que aprovecharla". En una carrera donde había varias punteras, todo fue un monólogo, con la alazana dándole la razón al preparador y Martín Valle cumpliendo al pie de la letra las instrucciones, llegando a un doblete de alto vuelo, ya que un rato antes había guiado a Earth God (Cosmic Trigger) al triunfo en el Gran Premio San Isidro (G1).
Por lejos fue la mejor actuación en la generosísima campaña de la yegua de Santa Inés, que salió disparada de los partidores y, cuando no se habían corrido ni 150 metros, ya se movía con ventajas mucho más amplias de lo esperado. El primer parcial lo descontó en 23s62/100, pero de allí en adelante prendió los motores y voló.
Doblando metió 22 y pico para los segundos 400 y cuando llegó la recta todavía tenía más por dar. Se afirmó, se pegó a los palos, levantó todavía más el ritmo y, cuando podía esperarse sintiera el esfuerzo, terminó mostrando una ferocidad tremenda en la parte final, ganándole por 3 cuerpos a Amiguita Gina (Todo Un Amiguito), que descontó por la parte interna para ser escolta, con medio pescuezo de ventaja sobre la favorita Violeta M (John F. Kennedy).
El tiempo de 1m32s31/100 fue apenas superior al de Earth God, con una fracción para los 800 metros de 45s82/100 y otra para los 1200 en 1m8s58/100. Sencillamente, una actuación para poner en un cuadrito.
Hasta ayer, Nanabush era la buena hermana de la campeona Nanda Dea (Fortify). Ahora, ya con un G1 bajo el brazo, quizás siga los pasos de su pariente y encare a los machos en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1) de diciembre. Después de su Copa Diamante, vale cualquier ilusión.
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