El hijo del crack Asiatic Boy ganó sin mayores inconvenientes en la milla de Palermo y ahora llegará como uno de los máximos candidatos al Gran Premio Polla de Potrillos (G1)
Con el Gran Premio Polla de Potrillos (G1) ya al alcance de la mano, la tremenda victoria del platense Oasis Boy en el Clásico Miguel Cané (G2-1600 m, arena) de este sábado en el Hipódromo Argentino de Palermo sirvió para empezar a delinear lo que será el primer paso de la Triple Corona nacional, en septiembre.
A la espera de lo que suceda la próxima semana con el Gran Premio 2000 Guineas (G1) sobre el césped de San Isidro, donde se presentará Dark Love (In the Dark), el actual líder de la camada y fresco héroe en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1), el hijo del crack Asiatic Boy preparado por Angel Piana presentó credenciales para ser considerado como uno de los máximas candidatos en la topada que se viene.
Con el aumento de los metros jugando como aliado, respondiendo plenamente a cuestiones genéticas, el alazán cuya propiedad es del Al Adiyaat, sigue creciendo y ciertamente que su gestión en el Cané fue, por lejos, la mejor de su campaña.
Debutó ganando sobre 1100 metros en La Plata, luego repitió en los 1200 metros céntricos y como preparatorio había sido cercano escolta del ahora ausente Beauty Sea (Seahenge) en el Clásico Old Man (G3). Sin embargo, coincidiendo con la llegada del jockey brasileño Francisco Leandro a sus riendas, Oasis Boy mostró un nivel muy superior al de sus salidas previas.
Lo que se vio de los 400 metros al disco, con una superioridad manifiesta por parte del ganador, fue apenas el cierre de una faena en la que siempre dominó a sus rivales, aún cuando no estaba adelante. Mientras Quoz (Safety Check) salía a marcar el camino con valentía y buen ritmo, Oasis Boy lo controlaba desde la tercera posición, detrás de un Esplendid Craf (Mastercraftsman) que presionó e incomodó al líder.
Ya en el codo fue mejorando por tercera línea el nieto de Giant's Causeway, pero con un andar que presabiaba lo que seguiría. En la recta Quoz se afirmó en los palos y sacó poco más de un cuerpo en el envión, pero Oasis Boy se arrimó en 4 saltos, lo igualó y lo superó sin mayores esfuerzos.
El resto fue muy sencillo, con Leandrinho pegando algún fustazo para ver qué le quedaba al vencedor, y consiguiendo una excelente respuesta. En la meta, fueron 4 los cuerpos de diferencia sobre Larry Bird (Fortify), con Rammel (Fortify) completando la trifecta a otros 3, 1 por delante del favorito My Stormy Dark (In the Dark). Quoz finalizó quinto a 8 del vencedor, y fue uno de los que ilusionó para cuando las distancias se estiren y pueda correr con mayor comodidad adelante, a su gusto.
Criado por Al Adiyaat Argentina, el emprendimiento del Sheikh Mohammed Bin Khalifa Al Maktoum en nuestro país que maneja Alejandro García Romero, Oasis Boy le puso el moño a su actuación empleando un tiempo de 1m33s38/100, 2/5 más veloz respecto de lo que demoró la potranca Romantic Sea (Seahenge) en llevarse el Clásico General Luis María Campos (G2).
Cuarta cría de Olinka, su madre, y nieto de la recordada velocista Old Star (Southern Halo), Oasis Boy trae actualidad a una de las mejores familias que desarrolló mayormente el Haras La Quebrada, la misma de Overspeed (Southern Halo), Venusino (Southern Halo) o Schoolmistress (Equal Stripes), entre otros nombres recordados.
Con la Polla de Potrillos a la vista, Oasis Boy dio la nota en el Cané, "llenó el ojo" y ahora irá por el salto a la historia.
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