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Ojos Remoteros le puso el moño al Clásico Aniversario en La Punta

Foto del escritor: Turf DiarioTurf Diario

En el festejo de cumpleaños número 15 de Hipódromo La Punta, el hijo de Remote alcanzó una resonante victoria

Ya pasaron 15 años desde que el Hipódromo La Punta abrió sus puertas en la pequeña ciudad con la que comparte nombre, cerquita de San Luis, y, a la hora del balance, es inevitable decir que su desembarco provocó lo que fue el comienzo de una etapa de cambios favorables para el turf del interior del país.

Con carreras oficiales, instalaciones de primer nivel, una villa hípica envidia de muchos, premios interesantes y un trabajo de sus dirigentes de una prolijidad destacable, hizo que muchas otras pistas de tierra adentro debieran mejorar su trabajo para ser competitivas y dejó en claro que no sólo San Isidro, Palermo o La Plata pueden aspirar a tener un turf grande, cada uno en su medida, claro.

En un camino en el que no todo fue sencillo (recordar el extenso corte en la actividad por la pandemia, por ejemplo), con el apoyo incondicional de la propia provincia, un hecho destacable, La Punta sigue sólido en su andar, buscando giros que le permitan crecer en un momento bravo en lo económico para todos, pero con el mismo empuje de aquellas primeras tardes.

En este domingo de cumpleaños, la alegría fue total y la satisfacción plena. Se puede mirar hacia atrás y tener una mueca de felicidad con todo lo que se hizo, como, por ejemplo, lograr ser el único hipódromo del interior que tiene en su calendario pruebas de black-type, como el Gran Premio Vicente Dupuy (G3), el Gran Premio Jorge Laffue (L) y el Clásico Aniversario, que fue la base de la programación dominical, acompañada por una muy buena cantidad de público y que además incluyó una venta de productos del Haras Abolengo y que se comenta por separado en esta misma edición.

Con casi 3.500.000 de pesos en premios, 2.500.000 de ellos para el ganador, y con un lote de participantes de excelente nivel, encontró la mejor respuesta por parte del favorito Ojos Remoteros, cordobés de grandes labores en los máximos y que fue pura clase para llegar a su mejor victoria, después de haber vencido en los clásicos Gendarmería Nacional Argentina y Día de la Bandera, ambos non-grade.

Afilado por Sergio Carezzana y con la guía del aprendiz Leopoldo Armoha, hizo el trámite de menor a mayor, mostrando una aceleración llamativa en la recta final para pasar de largo al valiente Sarapio (Hurricane Cat), que gastó muchas de sus energías luchando al frente durante el primer kilómetro con Pablinho (Hurricane Cat), Río Franco (Interdetto) y Master Mago (Master of Hounds).

A la hora de cruzar el disco, fueron 4 1/2 los cuerpos de ventaja que le sacó el ganador a Sarapio, de gran labor, con el mendocino Macklin (Master of Hounds) descontando para llegar tercero a 1 1/2 largo más, y avisando que en mayores distancias será doblemente peligroso. Luckman (Lucky Island) fue cuarto a 2 1/4 cuerpos más, todo tras 1m36s49/100, una marca por demás interesante.

Defensor de la caballeriza El Arrabalero, y criado por el Haras Ojos Claros en sociedad con el Haras Vacación, Ojos Remoteros volvió renovado tras algunos meses fuera de acción por problemas físicos y en cada paso afirma su clase, levanta la vara y genera ilusiones.

Su victoria fue el corolario perfecto para el aniversario de Hipódromo La Punta, que emergió en silencio y rápido se convirtió en una referencia del turf del interior del país y una opción de primer nivel para el circuito grande. Van sólo 15 años de trabajo, demasiado poco y muchísimo a la vez.

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