El hijo de Hurricane Cat superó claramente a Millennial Boy en la segunda de las coronas de Monterrico, en Perú, y mantuvo su invicto; la historia detrás de su recomendación, "El Curita" y un cambio de nombre simpático...
Por Diego H. Mitagstein
Cuenta la historia que cuando en 2023 el veterinario Roberto Ratti fue al Haras Vacación a revisar un grupo de productos para el Stud Jet Set se enamoró de un hijo de Hurricane Cat. No estaba en la lista que había armado Omar Macchi, el propietario de los colores, pero el hombre se tuvo fe: "Las dos potrancas son muy buenas, y el macho no me convence. Pero te pido que me hagas caso y no dejes pasar al tordillo, es un caballazo", le dijo, tras la visita el enviado especial al propietario.
"En el remate salió bastante atrás, pero por suerte lo pudimos comprar y lo enviamos a Lima. Como allá me dicen 'El Curita', Omar le cambió el nombre y le puso Padre Roberto, habrá sido por lo de la fe", cuenta Ratti, entre sonrisas y feliz después de que su pollo haya dado la nota este domingo en Monterrico encabezando el 1-2 para la cría argentina en el Clásico Ricardo Ortíz de Zevallos (G1-2000 m, arena normal), la segunda de las coronas allí y que por última vez se corrió en la máxima escala, ya que desde 2025, pasará a G2.
La cosecha fue completa para el veterinario y la hípica nacional, ya que, un rato antes, y también con los colores del exitoso Stud Jet Set, Forty Angela (Fortify) se quedó con el Clásico Oscar Berckemeyer Pazos (G2-2000 m, césped), como el tordillo, bajo la preparación del eterno Juan Suárez Villarroel, que también se llevó el Clásico Gustavo Prado Heudebert (G3-2000 m, césped), en una tarde soñada para él, con Gran Agamenon (Editorial).
Padre Roberto llegaba a tan importante compromiso con el único antecedente de haber ganado en su debut un mes antes por 6 cuerpos y sobre 1300 metros, por lo que su actuación fue realmente espectacular. Bajo la experimentada mano de Carlos Trujillo, el potrillo lideró prácticamente desde la partida, tomando la mitad de la cancha al llegar la recta final y sin siquiera preocuparse cuando por dentro cargó el también argentino Millennial Boy (Endorsement) para terminar como escolta a 2 1/2 largos, con Magic Power (Power World) en tercero a 1 3/4 más, todo tras 2m7s14/100.
Santuario (USA-Yoshida), el favorito y ganador de la Polla de Potrillos (G2), tuvo una actuación para el olvido. Quiso abrirse de más varias veces y Miguel Vilcarima, su jockey, tuvo que hacer esfuerzos para controlarlo. Luego, ya frente a las tribunas, se paró hasta cerrar la marcha fuera de poste. Habrá que ver ahora si algún trastorno físico no lo complicó.
En Pricen Tag (Roman Ruler), y hermano materno del placé clásico Perfect Couple (Remote), Padre Roberto es nieto de Princesa Basca (Prince Boy), en una de las líneas que continúan activa de lo que fueron los haras Panamericano y San José del Socorro.
Un rato antes, cambiando de la arena al césped tras terminar sexta en la Polla de Potrancas (G1), Forty Angela encontró el mejor de los resultados en el Berckemeyer Pazos, desatando una espectacular atropellada por el centro de la pista para alcanzar en la cuadra final a Kyra Kyralina (Donjuan) y dominarla por 3/4 de cuerpo, en el 1-2 de Suárez Villarroel y tras 2m5s36/100.
Forty Angela, que también fue criada en Vacación, tiene por madre a la recordada Itan de Hui (Roman Ruler), ganadora del Clásico Ramón Biaus (G2) y segunda en el Criadores (G1), hermana de Star In You (Mutakddim), Un Apostol (Roman Ruler), Quedate Conmigo (Mutakddim), Just You (Grand Reward) e In Mission (Missionary), esta, a su vez, produtora del G1 Imagen de Roma (Roman Ruler).
Como se dijo, Gran Agamenon fue el héroe en el Prado Heudebert, superando por medio pescuezo a El Salteño (Man of Iron), mientras que en el tradicional Clásico Enrique Ayulo Pardo (G2-2000 m, arena), La Kika (Badge of Silver) se impuso por 5 cuerpos sobre La Bichota (Street Hero).
El "Padre Roberto" tuvo razón, su tordillo se lució y el Stud Jet Set disfrutó de un doblete tremendo con caballos argentinos. Seguramente, todo haya sido una cuestión de fe...
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