El hijo de Treasure Beach se impuso de punta a punta para llegar a la mejor victoria de su campaña en la prueba en la que había sido cuarto en la versión de hace 12 meses
Un año más tarde, Pay the Man volvió a correr el Clásico Forli (G2-1800 m, césped) para tomarse revancha. Fue cuarto en la versión de 2022, pero ahora consolidó su buena actualidad dándole un salto de calidad a su campaña, brillando por primera vez en el plano de las pruebas de grado.
De punta a punta, con un Kevin Banegas durmiendo el desarrollo ante la pasividad de sus rivales, el crédito del Stud Garabo fue contundente, asegurándose una victoria valiosa mucho antes del disco y repitiendo tras haberse llevado una condicional brava en su actuación anterior.
Interesante como Pay the Man responde a la genética, pues la capacidad para ir a la distancia que le aporta Treasure Beach (Galileo), su padre, la mezcla a la perfección con la velocidad que parte de Honour and Glory (Relaunch), su abuelo materno; de igual forma, resulta también bastante lógico que con la madurez asome lo mejor de su parte.
Más allá de sus condiciones, esas que, en derrotas o en victorias siempre mostró, gran parte del secreto en el triunfo de Pay the Man estuvo en poder marcar un ritmo suave y sin que sus oponentes le pusieran presión, situación que Banegas aprovechó al máximo.
Esos parciales de 25s82/100, 49s43/100 y 1m13s60/100 para los primeros 400, 800 y 1200 metros, le dejaron la mesa servida al ganador, que cuando pisó el derecho sacó varios cuerpos entre la niebla para ponerse más firme todavía luego, rematando con esas energías que ahorró durante la primera parte.
Como había sido todo de lento que Western Camp (Orpen), perseguidor de Pay the Man desde la partida, mantuvo la posición de escolta con una cabeza de ventaja sobre Remótico (Remote), el tercero, todo tras una marca final de 1m49s70/100.
Las decepciones corrieron por cuenta del favorito Elliptical (Il Campione) y de Roberts Hit (Hit It a Bomb), su enemigo, que ocuparon las dos últimas posiciones del marcador, apagados, inofensivos, alejados de la forma que habían mostrado en sus gestiones previas. Restará ver si en ellos hubo alguna cuestión física que los limitara.
Criado en el Haras Orilla del Monte, al bor de los 5 años, Pay the Man sumó su cuarto impacto sobre un total de apenas 11 presentaciones, quedando al borde de los 6.000.000 de pesos en premios y agrandando la interesante sociedad que conforman el Stud Garabo con los entrenadores Roberto Pellegatta y Juan Saldivia, tándem que en los últimos meses disfrutó del Derby Winner Niño Guapo (Catcher In the Rye) y también del clásico Pablinho (Hurricane Cat).
La pena grande es que Pay the Man no está inscripto en las Carreras de las Estrellas, y, salvo que su propietario opte por pagar el suplemento, no podrá ser de la partida el mes próximo en el Gran Premio Estrellas Classic (G1).
Pay the Man es la mejor cría que produjo hasta el momento Put It All, que supo ganar un par de competencias durante su campaña y es nieta de la recordada Peinadora (Hot Dust), la madre del estupendo velocista Punk (Ringaro) y en una de las familias insignias de los haras El Turf y Abolengo como es la de Croquignole (El Califa), la misma de Cooptado (Equal Stripes), Coordenada (Equal Stripes), Bouclette Glory (Honour and Glory), Holi Rimout (Remote), Bouquet Key (Key Deputy), etc., nombres de ahora y nombres de antes...
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