Inactivo desde enero, saltando a los 1400 metros y luchando adelante desde el salto, el hijo de Sabayón se impuso con luz
El Clásico Pedro E. y Manuel A. Crespo (G3-1400 m, arena), pase central del viernes feriado porteño y preparatorio para el Gran Premio Montevideo (G1), dejó una agradable revelación con el marplatense Príncipe Yon llevándose la victoria y repitiendo la forma que había mostrado cuando a principios de enero había vencido en el Especial Iniciación platense.
Saltando desde el kilómetro, el potrillo del Stud San Jupe le había ganado aquella tarde por 5 cuerpos a Educator (Il Campione), de amplio desquite luego aquí y tercero en el Clásico Santiago Luro, en una línea que se va potenciando, tras sufrir un distanciamiento por dar positivo en la final del Clásico Precoces.
Asuminedo un rol protagónico desde el comienzo, mostrándose decidido para correr al frente a la par de Código Postal (Seek Again), el hijo del campeón Sabayón recién se pudo sacar de encima a ese rival al llegar la recta final, aunque la paz le duró poquito. Rápido salió en su búsqueda Social Security (Security Risk), que por algún momento pareció que iba a quedarse con la victoria.
Sin embargo, exigido de firme por Cristian Velázquez, Príncipe Yon siguió yendo hacia adelante para repeler el ataque de aquél adversario y vencerlo finalmente por 1 1/2 cuerpo tras 1m23s66/100 para las 14 cuadras de cancha normal, un tiempo 2s65/100 más lento con respecto a lo que demoró en el turno anterior en salir de perdedora la 3 años Cadilac (Catcher In the Rye)... A 1 1/2 largo más, el gran favorito Rammel (Fortify) era sólo tercero, sin arrancar un metro, con Código Postal agotado cerrando la marcha a 11 cuerpos.
De la cría del Haras La Pasión, atendido por César Zapico y defensor de la caballeriza San Jupe, Príncipe Yon tiene por madre a Princess Juliana, una de las hijas de Candy Ride que llegaron en vientre de sus madres a la cabaña de Ricardo y Nicolás Benedicto y que supo ganar en 3 ocasiones en San Isidro y Palermo.
Príncipe Yon dio el salto, mostró progresos y calidad y ahora tiene todo el derecho del mundo de pensar en correr el 1 de mayo el Gran Premio Montevideo (G1), para medirse con los mejores potrillos del momento en Palermo.
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