Dándole doble al padrillo Fortify, se rehabilitó luego de un tercer lugar en el Clásico Crespo (G3) que había dejado caras largas; el gran favorito Río Maggio fue apenas tercero, tras correr adelante
No sólo entre las potrancas hubo cambio de liderazgo en el ranking este lunes en Palermo. Tras la derrota de Celestial Filly (Lizard Island) en el Gran Premio Jorge de Atucha (G1), Río Maggio tampoco pudo defender su dominio entre los potrillos, cediendo ante un Rammel que ahora sí mostró su potencial, dándole, de paso, un notable doblete al padrillo Fortify (Distorted Humor) en los G1 para los 2 años.
Para Rammel fue una revancha grande, pues ahora aventajó por 3/4 de cuerpo al mismo Príncipe Yon (Sabayón) que lo había dejado tercero en el Clásico Crespo (G3), con el gran favorito en tercero a otro 3/4 de cuerpo, haciendo trizas una montaña de boletos.
Con Francisco Leandro en sus riendas, el crédito del Stud Ximena siempre vino corriendo la carrera, que no tuvo un puntero definido, aunque sí a Río Maggio con pequeñas ventajas. Así encararon la recta, donde pareció que el puntero iba a empezar a liquidar una nueva faena victoriosa.
Pero igual de rápido se advirtió que le empezaba a costar desprenderse, porque Rammel lo encimó y lo puso en aprietos, tanto que terminaría desbordándolo por los 150 metros, para luego controlar a un Príncipe Yon que descontó bastante para redondear una notable segunda posición.
Río Maggio perdió todo en el derecho, desprolijo, como si fuera un potrillo sin experiencia, aunque quizás sintiendo el rigor de una campaña dura, con varios cambio de pista mediante y casi siempre en carreras bravas.
Rammel, defensor de la caballeriza Ximena, empleó un tiempo de 1m28s19/100, tiempo 3/5 más veloz con respecto a lo que demoró Joy Rosy (Fortify) en llevarse el Jorge de Atucha.
Al cuidado de José Luiz Correa Aranha, el potrillo criado en el Haras Vacación tiene por madre a Roman Libertas (Roman Ruler), una nieta de la campeona clásica y generosa Libertina (Punctilio II) que hasta ahora había producido un par de ejemplares corredores, en un pedigree que hace muchos años desarrolla con notable éxito la cabaña que hoy conducen Pablo Zavaleta y Damasia Lottero.
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