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Refinado Tom, Coco y Valdi, y la hazaña de ganar el Juvenile y el Classic con 3 años de diferencia

El crack marcó un hito en la serie de las Carreras de las Estrellas y se convirtió en una de las grandes figuras históricas

Por Diego H. Mitagstein

En el largo recorrido que ya cuentan las Carreras de las Estrellas, esa genialidad diagramada por un grupo de criadores a finales de los '80 a imagen y semejanza de la Breeders' Cup de los Estados Unidos, se han escrito decenas de historias. Son pocos los buenos caballos que nuestras pistas hayan disfrutado y que no hayan sido parte de la serie desde su creación, con un caso muy particular en un ícono del turf nacional moderno como Refinado Tom, el crack inolvidable de La Biznaga.

El alazán al que Roberto Bullrich y Jorge Valdivieso llevaron a lo máximo cumplió el récord de haber ganado el Juvenile (G1) y el Classic (G1) con 3 años de diferencia, pues la primera de esas conquistas se dio en 1996, en la previa a lo que fue su conquista de la Triple Corona, y la restante en 1999, con posterioridad a su periplo por las pistas de los Estados Unidos.

Casi no hay hazaña que Refinado, como le decían todos, no haya cumplido, y la que involucra a las Carreras de las Estrellas debe de aparecer segunda en su ranking particular después de haberse convertido en el último ejemplar que consiguió triunfar en los grandes premios Polla de Potrillos (G1), Jockey Club (G1) y Nacional (G1) en una misma temporada.

En el camino hacia su consagración como el Caballo del Año y el Campeón 2 Años Macho de 1996 (también se lo eligió Campeón 3 Años Macho, Campeón Fondista e, increíblemente, Campeón Caballo Adulto...) su victoria en aquél Juvenile fue un paso fundamental. El nieto de Mountdrago había sido terminante en el Gran Premio Raúl y Raúl E. Chevalier (G1), pero luego no consiguió responder a su gigantesco favoritismo en el Gran Premio Gran Criterium (G1), quedando tercero de Malambo Dancer (Forlitano) y de Missoni (Lode), poniéndole un signo de pregunta a su liderazgo generacional.

Recuerda hoy Coco Bullrich: "La única responsabilidad de esa derrota fue mía, porque le habían salido unos granos y llegó con lo justo a la carrera. Recuerdo que con Juan Ithuralde nos peleamos por aquella decisión, aunque hoy es un inolvidable recuerdo. Después, en las Estrellas, si volvió a ser el caballo de siempre y no perdió más. Pero repito, esa carrera la perdió por mí, el caballo no tuvo nada que ver y me cuidó a mi toda la campaña".

Esa derrota hizo que para el Juvenile Refinado Tom quedara relegado en las apuestas, con la yunta conformado por el mencionado Malambo Dancer y Timbero de Ley (Payant) como favoritos. Sin embargo, a la hora de la verdad, el crack fue el crack y le ganó por varios cuerpos a Vengador Toss (Egg Toss).

Pasó la Triple Corona, su viaje a Estados Unidos con triunfo en el Native Diver Handicap (G3) mediante, y, tras reprisar ganando en Palermo la milla del Clásico Benito Villanueva (G2), Refinado Tom encaró el Classic sobre los 2000 metros de San Isidro ante un lote de adversarios bravos, y entre los que se contaron la yegua Palmtin (Cautín), Coalsack (Algenib), Flirteador (Southern Halo), Magic Corner (Rainbow Corner), Gold Fire (Firery Ensign) y Rubio First (Lode). Gigante, y como favorito, Refinado Tom construía su última gran victoria y se metía en el salón de la fama de las Estrellas batiendo por 2 1/2 cuerpos a Strudel Fitz (Fitzcarraldo), de la mano de su arrollador rush y llevando hasta las nubes a Roberto Bullrich, Jorge Valdivieso y todo el equipo de La Biznaga.

Sin dudas que Refinado Tom es una de las grandes figuras de las Estrellas en su historia, y su hazaña de haber ganado el Juvenile y el Classic con 3 años de diferencia, merecía ser recordada.

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