La potranca se lució en la milla; William Pereyra y su primer éxito con San Benito; rodó el aprendiz Rodrigo Bascuñán
Nombrar las muchas yeguas buenas que en los últimos años corrieron para La Providencia podría tomar casi toda esta nota. Ahora la chaquetilla amarilla y azul tiene una nueva gran ilusión de la mano de Rihalla, la hija de Cityscape y Roma Bella (Include) que este domingo en San Isidro salió de perdedora por el inusual margen de 16 cuerpos, visando su ticket sin escalas hacia los pasos graduales del proceso selectivo.
Gran favorita, la zaina preparada por Pedro Nickel Filho había debutado cuarta a 5 1/2 cuerpos de Doña Austera (Full Mast) sobre 1400 metros, pero ahora dio un salto de calidad importantísimo, aún mostrando algunos síntomas de inmadurez, como el echarse reiteradamente hacia adentro una vez que a poco de pisar el derecho dominó a la puntera Liberty Belle (Brz-Put It Back), que había marcado el camino con ritmo, pero no tanto como ese parcial de 19s90/100 que mostró erróneamente el teletimer.
Una vea al frente, Rihalla se desprendió con solvencia, sacando rápidamente varios cuerpos, a pesar de lo cual Luis Vai, su jockey, aplicó un par de fustazos, seguramente, buscando educarla, porque para ganar, ya no le hacía falta ser exigida. Su tiempo final de 1m38s77/100 quizás no diga demasiado, pero el terreno estaba húmedo.
El Clásico Eliseo Ramírez (G2) parece demasiado cerca en el calendario, por lo que da la sensación de que en La Providencia esperarán por el Gran Premio de Potrancas (G1) con Rihalla, salvo que se piense en el Gran Premio Jorge de Atucha (G1) sobre la arena de Palermo, algo que no parece ser primera opción.
La fecha dejó otras noticias en el plano condicional, como el primer éxito del jockey William Pereyra como primera monta del Stud San Benito, que se dio en la tercera carrera con el 3 años Don Chaja (Seek Again), que reprisó tras 9 meses ganando por 6 cuerpos sobre 1400 metros en el Premio Mr. Compadrito.
El dato triste se dio con la rodada del aprendiz Rodrigo Bascuñán, con Crecer Volando (Compasivo Cat) en la quinta competencia, que a poco de llegar al derecho se pialó en las patas de Buena Halo (Qué Vida Buena).
Derivado al Sanatorio de la Trinidad, con politraumatismos y sin pérdida de conocimiento, se comprobaría que se fracturó la clavícula izquierda, lo que le demandará algunas semanas de recuperación.
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