Parte de la sociedad y el entrenador del crack, ahora festejó un triunfo clásico con un hijo de su caballo soñado
No fue una victoria más la que alcanzó Salsa Dance (54 1/2 kg.) este miécoles en el Clásico Vale Dori (1200 m, arena normal), la prueba central de la jornada en el Hipodromo de San Isidro. Siempre es una satisfacción para un propietario llevarse una carrera de ese tipo, pero mucho más cuando se consigue con una cría del "caballo de tu vida".
Horacio Espósito y Pablo Kavulakian están destrás de los colores del Stud Friends, la chaquetilla verde con vivos rojos y negros que se calza la zaina cada vez que sale a la cancha. Ellos, junto a José María Nelson, fueron quienes en su momento disfrutaron del estupendo campeón Winning Prize, primero viéndolo consagrarse aquí, luego dándose el gusto de levantar una copa de G1 en los Estados Unidos y, por estos días, sosteniéndolo en su función como padrillo en el Haras La Numancia, donde es noticia bastante seguido. Salsa Dance es hija del crack y, como él, está al cuidado de Nicolás Martín Ferro, como para que la "gira de las coincidencias" sea completa.
Previa anodina sexta en el Handicap Spiny, salió de la recta y volvió a la velocidad con codo para encontrar su quinto y mejor festejo, pasando de largo en el derecho luego de que Entity (Lenovo, 52) se encargara de marcar el camino con ritmo sostenido. Tan fácil remató que terminó superando por 3 cuerpos a Mopsopia (Portal del Alto, 52 1/2), con Perfecta Miranda (Horse Greeley, 59) rematando en tercero a medio largo, todo tras positivos 1m10s32/100.
Poco y nada se vio de Coriane (Daniel Boone, 56) que pareció no sentirse tan cómoda en la arena como antes lo había demostrado en la grama, y mucho peor corrió la favorita Whisky Chaser (Orpen, 53), que cerró la marcha a más de 11 cuerpos.
Criada en el Haras Carampangue, Salsa Dance tiene por madre a Sambadonna (Holt), que antes produjo otros dos ganadores y tiene por abuela a una yegua excelente de los '80 como fue Pekina (Portese), hermana materna del G2 Ciptown (Cipayo) y que tuvo como mejor cría al fondista Bern (Coeur de Lion), dueño del Clásico Ayacucho (G3).
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