La carrera patria encabezará una jornada con otros dos G1 de por medio; Pelo Platinado va por el triunfo que le falta
Por Diego H. Mitagstein
No hay forma de no emocionarse cuando se corre el Gran Premio 25 de Mayo (G1-2400 m, césped). Por el peso de la historia, y por el peso de su historia, esa que lo vio disfrutar de caballos fantásticos al cabo de tantas décadas de ser fiel escudero del Carlos Pellegrini (G1) en materia de carreras importantes sobre el césped del Hipódromo de San Isidro.
Es un día de fiesta, por la patria y por el turf; donde confluyen todas las sensaciones posibles y en las que el burrero suele enfrentar, estoico, las inclemencias del tiempo. Si no llueve, hace un frío bárbaro, como será el caso de esta tarde. Pero el corazón y la pasión pueden más y lo desafían todo.
Desde lo técnico habrá razones para semejante muestra de coraje, pues al 25 de Mayo lo secundarán los grandes premios Gran Criterium (G1) y de Potrancas (G1), con el Clásico Fondistas Provinciales arrancándolo todo para ir calentando motores. Además, más de 530.000.000 de pesos se distribuirán entre pozos asegurados e incrementos, sumado a las muchas opciones gastronómicas que podrá disfrutar el público en los salones y en los jardines, y a los espectáculos de baile y música preparados.
En lo que a la gran carrera del día se refiere, muchos de los mejores exponentes de la división estarán en los partidores para llegar a la gloria, en lo que se anticipa un choque parejo y apasionante. Elegir un candidato no es tarea para nada sencilla, pero todo puede hacerse en favor de Pelo Platinado, camino a los 6 años, en pos de su primera victoria en el plano mayor.
Todo un especialista en las 24 cuadras de grama, el hijo de Cima de Triomphe a cargo de Juan Saldivia y Roberto Pellegatta llega entonado después de quedarse con el Clásico Porteño (G3), cuando superó con claridad a Full Keid (Full Mast) y a Touch the Stars (Fortify), adversarios con los que ahora se volverá a cruzar, sobre una pista imposible de pesada. Las condiciones no serán las mismas, pues se aguarda un terreno no tan bravo, pero hay promesa de ritmo en la delantera y esa situación puede favorecer al tordillo.
En su camino estará el notable Treasure Island (Treasure Beach), de regreso a las circunstancias que en 2023 lo vieron vencer en el Gran Premio Copa de Oro (G1) y llegar tercero en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1), después de un inesperado paso en falso en el Gran Premio de Honor (G1) de Palermo.
Ese día el que se agrandó al máximo fue Jazz Seiver (Super Saver), cargando fuerte desde atrás para llevarse el triunfo, aunque luego no pudo refrendarlo en el Gran Premio República Argentina (G1), quedando lejos de la definición. En la pista donde de potrillo ganó las 2000 Guineas, el crédito de Las Monjitas es otro que va por la redención.
El mencionado Full Keid fue el ganador del Gran Premio Miguel A. Martínez de Hoz (G1) en febrero y también quiere enderezar el rumbo luego de un par de derrotas, mientras que el Stud RDI presentará una yunta con doble opción de la mano de Menino do Río (Fortify), el defensor del título tras imponerse en esta carrera hace 12 meses, y el invicto Natus Vincere (Brz-Agnes Gold), que dio la nota livianito de kilos en el Handicap Dr. Ignacio Pavlovsky.
Don Champagne (Long Island Sound) fue segundo en esta última prueba y se consolida en la larga, mientras que Sofware (Treasure Beach), el mejor 3 años de 2023 en La Plata, buscará reivindicarse tras fallar en el Dupuy (G3) de San Luis y conseguir un buen resultado a nivel clásico sobre el césped.
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