Segesta completó el fin de semana perfecto para Chad Brown y Juddmonte en Del Mar
- Turf Diario

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La yegua es hermana materna de Salamis, que el día previo se habíoa llevado el Hollywood Derby; ambos son hijos de Antonoe

DEL MAR, California (Especial para Turf Diario).- El Thanksgiving Weekend quedó teñido de verde. En un fin de semana inolvidable para Chad Brown y para los colores de Juddmonte, la notable Segesta se lució con una actuación contundente en el Matriarch Stakes (G1), completando así un doblete histórico para la cabaña y para su entrenador: 24 horas antes, su medio hermano Salamis (Speightstown) había vencido en el Hollywood Derby (G1). Ambos, hijos de la misma yegua, Antonoe (First Defense), convirtieron a la temporada de césped de Del Mar en un festival familiar.
Segesta, por Ghostzapper, llegó a la cita con méritos sólidos, pero con una cuenta pendiente: los G1. A los 4 años, ya había mostrado calidad genuina en sus intentos anteriores, aunque dos de sus tres pruebas en la máxima escala la habían visto caer por menos de un cuerpo. Ahora, nada quedó librado al azar. Desde el salto, se movió con solvencia por afuera y Flavien Prat la acomodó en una posición ideal, cuarta, dejando que In Our Time (Not This Time) -con la veloz Ag Bullet (Twirling Candy) en su persecución- marcara el camino con parciales siaves de 23s65/100 y 48s06/100.
Mientras el ritmo se mantenía estable, Prat viajaba inmóvil, casi una estatua, confiando en la atropellada de su conducida. Al llegar al codo final, apenas le pidió una respuesta y Segesta dobló con enorme facilidad, descontando la diferencia con los punteros sin esfuerzo. Al pisar la recta, ya corría con decisión, superando con claridad a las punteras. Sin necesidad de un rigor extremo, dominó y se desprendió para ganar por 2 1/4 cuerpos en 1m35s60/100.
La victoria significó el séptimo triunfo en el Matriarch para Chad Brown, que quedó a uno del récord histórico de su maestro y referente, Bobby Frankel. Para Juddmonte, en tanto, fue su octavo éxito en la prueba como propietario, una marca que sigue ampliándose en la cima del historial.
Además del simbolismo estadístico, la actuación representó un punto de madurez para Segesta, que ahora suma 4 victorias, más de US$ 1,19 millón en premios y 8 podios en 11 presentaciones. Cabe recordar que llegaba a la prueba tras haber sido segunda a solo el pescuezo en el First Lady Stakes (G1) de Keeneland en octubre, una señal de que el triunfo grande estaba al caer.
“Esta yegua merecía ganar esta carrera”, aseguró José Hernández, asistente de Brown, en diálogo con FanDuel TV. “Golpeó la puerta tantas veces... Viajó muy bien, entrenó de maravillas aquí, y la verdad es que lo tenía bien merecido. Es realmente buena”.
El triunfo reforzó también el valor de su familia materna. Antonoe, ganadora del Just a Game (G1) en Belmont Park en 2017 y también titular de grupo en Francia, ya había demostrado su potencial como reproductora con Salamis y ahora lo confirma con Segesta. Su hija por Gun Runner, Directive, de 2 años, acaba de completar su primer trabajo oficial en Payson Park y promete continuar la línea.
Para Juddmonte, Brown y una yegua que venía rozando el gran resultado, el Matriarch ofreció mucho más que un triunfo: fue la validación de un proyecto, de una familia y de una campaña que, recién entrada la madurez, empieza a mostrar su mejor versión.





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