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“Si gano, me retiro”: Jorge Ricardo, leyenda viva del turf, palpita el Latinoamericano en su casa

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura

El jockey más ganador de la historia habló con Objetivo Latino, por Global Media Turf; emoción, recuerdos, y una promesa que podría marcar el cierre de una carrera irrepetible


Jorge Ricardo y el Cristo de fondo, una postal inolvidable / JCB
Jorge Ricardo y el Cristo de fondo, una postal inolvidable / JCB

Por Diego H. Mitagstein

RÍO DE JANEIRO, Brasil (De un enviado especial).- A los 64 años, Jorge Ricardo sigue siendo sinónimo de pasión, talento y amor por las carreras. Este sábado, cuando se abra la gatera del Gran Premio Latinoamericano (G1) en el Hipódromo da Gávea, el turf sudamericano volverá a rendirse ante su leyenda. En la previa, el brasileño dialogó con Objetivo Latino, por Global Media Turf, y dejó una frase que conmovió a todos:

“Voy a intentar hacer lo mejor posible, ganar... Y no sé si no me retiraría si la gano. Estoy analizando eso. Si gano, me retiro.”, soltó, dejando el titular hípico del año.

El jinete más ganador de la historia -con más de 13.350 victorias en su haber- será el encargado de montar a King Mo (Vancouver), del Stud El Herraje, uno de los nombres fuertes del lote. “Me puso muy contento cuando conseguí la monta, porque no lo esperaba. Tener en el Latino un caballo con chance es complicado, porque son carreras muy parejas. Son todos caballos buenos y con sus jockeys confirmados, no es fácil que te toque una monta”, explicó.

Ricardo recordó, además, la forma en que llegaron varios de sus triunfos en el Latino: “Gané 6 Latinos, aunque con Don Inc (Include) no pudo ser confirmado, pero de esos 6, solo 2 eran montas mías: Falcon Jet (Ghadeer), el primero, y Much Better (Baynoun), que fue el único caballo que ganó dos veces el Latino. Con Jimwaki (Gem Master) la ligué de última, con Good Report (Ride the Rails) me llegó por mis contactos en Abolengo, y Don Inc era monta de Altair Domingos. Tuve la suerte de que me lo ofrecieran.”

Sobre su actual compañero, King Mo, el crack brasileño no ahorró elogios: “Tiene una campaña muy buena en Monterrico, con 11 victorias en 14 salidas, algo que solo logran los caballos buenos. Está recuperado, y quién te dice que no me dé otro Latino. Si no soñamos, no somos nada.”

El ídolo de América también analizó la gran carrera y sus protagonistas: “Conozco Gávea como la palma de mi mano, pero no es fácil ganar. Es una pista exigente, con codos cerrados y recta larga. Los locales son favoritos, pero llegan rivales duros como Vundu (Suggestive Boy) o Need You Tonight (Hat Ninja). Si llueve, se va a poner más difícil. Ethereum (Courtier) y Obataye (Courtier) son candidatos, aunque en cancha pesada suelen rendir menos".

Cuando habla del turf, Ricardo no puede evitar la emoción: “Hice mi carrera con cariño y amor. Con 64 años sigo corriendo porque me gusta, lo disfruto, me encanta el ambiente. Siempre dije que el día más triste de mi vida iba a ser el día que tuviera que dejar de correr… y sé que no está muy lejos, porque todo tiene un comienzo y un fin. Pero estoy feliz por lo que conquisté y por todo lo que el turf me dio.”

Sobre el futuro, el eterno campeón ya tiene una idea: “Si llego a ganar, pienso retirarme. Quiero hacer una despedida en Argentina, mi segunda casa, y por ahí también en los hipódromos donde corrí: Perú, Chile, Uruguay. Sería el máximo que podría soñar. Y aquí, claro...”

Y cuando recuerda a sus grandes compañeros, la voz se le suaviza: “Falcon Jet fue uno de los mejores que corrí, quizá solo detrás de Much Better. Con él fuimos a San Pablo con la certeza de que íbamos a ganar. Much Better era un fenómeno, lo preparaba Joao Maciel, que sabía todo. Me dijo que era una fija, y tenía razón. Fue una simbiosis perfecta.”

El tiempo pasa, pero el mito se mantiene intacto. Este sábado, cuando Jorge Ricardo vuelva a estar en el partidor del Gran Premio Latinoamericano, lo hará con la misma ilusión del primer día, sabiendo que, gane o no, ya hace rato que pertenece a la eternidad del turf.

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