Simply in Front dio el golpe en el First Lady, en una tarde difícil para Nanda Dea
- Turf Diario

- 6 oct
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La argentina, que volvía a la acción tras nueve meses, no rindió en su regreso y terminó última, afectada por un trastorno orgánico. La ganadora fue Simply in Front, que logró su primer G1 y podría ir a la Breeders’ Cup

LEXINGTON, Kentucky (Especial para Turf Diario).- Keeneland vivió otra jornada de emociones fuertes en su tradicional Fall Stars Weekend, y una de ellas llegó en el First Lady Stakes (G1), prueba de US$ 800.000 en la milla de césped. Allí, la sorpresa la dio Simply in Front, que de atropellada y entre rivales consiguió su primer triunfo de máxima escala, con la conducción del irlandés Ben Curtis y el entrenamiento de Eddie Kenneally.
La hija de Summer Front y Complicated (Blame) vino siempre lejos, pero encontró el espacio justo por dentro en el derecho para pasar de largo a Choisya (Night of Thunder)) y Segesta (Ghostzapper), cruzando el disco con medio pescuezo de ventaja y tiempo de 1m34s76/100. La victoria fue, además, la primera de G1 en la campaña de Curtis, quien no ocultó su emoción:
“No puedo ponerlo en palabras. Es increíble, y hacerlo para Eddie (Kenneally), con quien trabajé hace años, lo hace aún más especial. Todo salió perfecto. Ella se acomoda muy bien en el ritmo de dos curvas y tiene un remate letal. Solo tuve que dejarla hacer lo suyo.”
Para Kenneally, la yegua “está en el mejor momento de su vida” y su futuro inmediato podría estar en Del Mar, durante el fin de semana de la Breeders’ Cup, donde hay varias opciones sobre la milla. Simply in Front, criada en Kentucky y propiedad de Colebrook Farms, suma ahora US$ 2.868.611 en premios y seis triunfos en dieciséis presentaciones.
Muy distinto fue el cierre de jornada para la argentina Nanda Dea (Fortify), que reaparecía tras nueve meses de inactividad y una operación producto de una lesión sufrida a comienzos de año. La campeona argentina, ganadora del Gran Premio San Isidro (G1) y del Gran Premio Copa de Plata (G1) en 2023, no tuvo un regreso feliz: fue undécima y última, a 14 cuerpos de la ganadora, tras sufrir un trastorno orgánico que afectó su accionar en la recta final.
La yegua salió de la carrera en buena forma, pero no está claro si volverá a competir. Su propietario, Alessandro Missirochi, será quien defina si continúa entrenándose o si el First Lady fue su despedida de las pistas.
Su campaña, brillante en Argentina y valiente en su salto internacional, deja el sello de una yegua de enorme calidad y temperamento, que llevó con orgullo la bandera albiceleste en los hipódromos de Estados Unidos. Habrá que esperar para conocer la decisión final.





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