Tras un debut oficial espectacular, el hijo de Seize expone su invicto ante 5 rivales en la recta porteña; Aczino (foto), rival de mucho riesgo
La velocidad será gran protagonista de este viernes en Palermo. Por supuesto, la presencia de Labrado, el campeón de la división, en el Clásico Coronel Pringles (G3) ocupará el lugar central de la marquesina; sin embargo, un ratito antes de que el hijo de Le Blues intente retomar la senda del éxito, el Clásico General Lavalle (G3-1000 m, arena) le ofrecerá a 6 potrillos 2020 la posibilidad de trepar grande en el ranking de los sprinters jóvenes, mirando de reojo el mitín de las Carreras de las Estrellas.
Con 2.390.000 pesos esperando al ganador en el disco, todo puede pasar a la hora de la verdad, ante la ausencia de El Porfeado (Emperor Richard), que venía marcando el paso en el segmento antes de quedar sólo cuarto en el Clásico Velocidad (G3), sobre el césped de San Isidro.
La carta elegida es la de Sirirí Pampa, que luego de dar la nota en uno de los turnos de la tradicional Polla de Haras Pampeanas, en el Jockey Club de Santa Rosa, ratificó esas sensaciones generadas con un impactante estreno oficial, arrasando por 10 cuerpos en la recta céntrica.
El hijo de Seize sube en las exigencias en pos de otra actuación fuerte y que ahora lo afirme al tope de la división, cruzándose con adversarios de riesgo, tal el caso de Aczino (Santillano), que cambia de superficie para crecer. Del Stud El Olimpo, y tras finalizar segundo en su debut, desquitó al toque postergando por 2 1/2 cuerpos en la recta de césped de San Isidro al mismo Amigazo Sky (Falling Sky) que luego descolló dos veces seguidas en el Bosque.
Presentados por María Toledo, pero a cargo de Francisco Arreguy, llegan desde La Plata Arellano (Angiolo) y Alrededor del Sol (Angiolo), que se mostraron entre los más precoces de la camada allí. El primero salió rápido de escena y ahora se reincorpora tras 129 días de ausencia, y el restante fue perdiendo peso en sus salidas más cercanas.
Sewelo (Seize) también triunfo en su estreno porteño, pero ni en el Clásico Guillermo Kemmis (G3) ni en el Clásico Santiago Luro (G2) pudo hacer pie. Y queda Quiere Venganza (Got Talent), que arrimó dos veces en sendas condicionales para ganadores y busca trascender en otro plano.
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