La hija de Fortify superó por 5 cuerpos a Chrys Kissing en el Handicp Pensilvania y ya empieza a pensar en los clásicos
Actuación impresionante de por medio, Stand by Love (58 kg.) volvió a lucirse en la arena porteña. La yegua del Stud Merlin, que venía de ganarle por 1 1/2 cuerpo a Chrys Kissing (South Kissing, 58) en el Handicap Nigromante, ahora derrotó a la misma rival en el Handicap Pensilvania (1400 m, arena), pero por 5 largos.
Subiendo 2 cuadras en la distancia, la superioridad de la hija de Fortify fue apabullante, dejando atrás a un grupo de adversarias de fogueo como si se tratara de una categoría alternativa, y ya sacando pasaje a categorías más exigentes e, incluso, dejando la impresión de que, si intenta en la milla, no será un problema.
Con William Pereyra en sus riendas, la pupila de Juan Saldivia y Roberto Pellegatta sacó provecho del ritmo que le pusieron a la punta Ciencia Galáctica (Galicado, 53 1/2) y Life Starts Now (Qué Vida Buena, 53), vigilándolas desde el quinto lugar, siempre con andar convincente.
Una vez en el derecho, con el grupo abierto a lo ancho de casi toda la pista, avanzó rápido y firme la gran favorita, que en dos saltos tomó la punta y empezó a desprenderse. Desde el fondo y abierta, Chrys Kissing descontó con potencia, pero sólo para terminar segunda, 2 1/2 cuerpos por delante de Che Bailarina (Greenspring, 53 1/2), todo en una marca más que aceptable de 1m22s44/100, en terreno algo revuelto.
Criada por el Haras Santa Inés, Stand by Love está pasando por su mejor momento, al punto de que venció en 3 de sus últimas 4 salidas, para llegar a un total de 6 victorias, todas conseguidas sobre pista de arena, con 2 de esos festejos ya en el plano mejor rentado, sumando premios por 14.166.250 pesos.
Stand by Love es la tercera cría ganadora de la yegua Standing Ovation (War Front), que ya había producido a Starry Sky (Cima de Triomphe) y Standiana (Cima de Triomphe), el primero con 2 triunfos en La Plata y la restante vencedora en Palermo.
La cuarta madre de la heroína del día en el centro es la formidable Wild Applause (Northern Dancer), la madre del recordado Roar (Forty Niner), estupendo padrillo en La Biznaga.
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