Ante un justo reclamo sobre el atraso en el pago de los premios y cuestiones de mantenimiento y la nula reacción de Lotería; a minutos del inicio de la fecha, no hay nada concreto
LA PLATA.- Ya hace una semana la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores envió una carta a las autoridades del Bosque sobre una medida de fuerza para los días martes 17 y jueves 19 ante el permanente atraso en el pago de los premios y algunos otros reclamos en el acondicinamiento de diferentes sectores del hipódromos.
Por supuesto, como siempre, nada se solucionó con el correr de las horas y todo hace pensar que, penosamente, el turf estará otra vez parado en la ciudad de las diagonales, profundizando una ya eterna crisis y en la que el espantoso trabajo que vienen realizando el Instituto de Loterías y Casinos y las diferentes administraciones es el principal culpable.
En la Argentina, nada en lo que esté metido el Estado funciona bien. Con niveles insostenibles de empleados (la mayoría calentando sillas o sin siquiera hacerse presentes en sus puestos), gente no calificada para los cargos y otros temitas bien conocidos, el resultado siempre es el mismo: la ruina de lo que toca.
Cada dos por tres los hipódromos bonaerense están sufriendo este tipo de parates, con reclamos absolutamente justos, y en los que se repite el sistema de esperar hasta último momento para luego suspender la fecha y culpar a aquellos que realizan los pedidos.
En este caso, además del atraso en abonar las comisiones, los profesionales solicitaron ya hace tiempo se arreglen las vergonzosas y peligrosas empalizadas, se arregle la luz (ya hace un par de años virtualmente no funciona), se mantenga la pista como corresponde, una mejora en las recompensas y demás cuestiones.
No hay respuestas. Por el contrario, altos empleados de Lotería sostienen con un caradurismo a prueba de todo que el sistema funciona a la perfección y nada se modificará. Indignante.
La historia es que, seguramente, ni hoy ni el jueves habrá carreras, con el Bosque hundiéndose día a día en la desidia absoluta de sus dirigentes, en complicidad con muchos gremios y asociaciones cuya inutilidad no hay siquiera que mencionarla ante la evidencia incontrastable de un hipódromo destrozado, ya directamente, desde sus entrañas.
Comentários