Había sufrido una rodada el 3 de mayo de 2019 en Palermo, de la que nunca pudo recuperarse; tenía apenas 28 años
Después de más de 4 años de pelear con el corazón por su vida, tras la rodada que sufrió el 3 de mayo de 2019 en el Hipódromo Argentino de Palermo, el jockey Héctor Luis Rivero falleció este jueves a los 28 años en el Hospital Central de San Isidro.
Oriundo de la localidad de Escobar, el profesional estaba desde hacía ya bastante tiempo en el hogar de la Gremial de Profesionales, donde sufrió una convulsión. El cuadro lo llevó a sufrir un paro cardíaco, situación de la que se encargó el Dr. Horacio Focaraccio, que estaba por casualidad justo en el local, realizándole todas las maniobras de protocolo. Se llamó a la ambulancia y ya en el hospital nada pudo hacerse.
En el accidente mencionado, Rivero sufrió politraumatismos y un TEC (traumatismo encéfalocraneano) grave, con pérdida de conocimiento. Esa tarde, el jinete venía conduciendo a Pibe Asiático (Asiatic Boy), que a la altura de los 200 metros se quebró su mano derecha, dejándolo sin cualquier posibilidad de reacción.
Tras permanecer 3 meses internado en la Clínica Bazterrica, y después de algunas operaciones, Rivero fue trasladado a Fleni Escobar, donde pasó varias semanas bajo tratamiento, recuperando algunas funciones pero quedando con un cuadro de paraplejia.
Hety, tal como lo apodaban, había egresado de la Escuela de Aprendices del Jockey Club Argentino a mediados de 2015, tras disputar algunas pruebas oficiales en el Hipódromo Independencia de Rosario. A lo largo de su trayectoria disputó 1200 carreras, ganando 63 de ellas y con una eficiencia del 5,3 por ciento.
Sus mejores triunfos llegaron en las riendas de la yegua Harbour Girl (Manipulator), con la que consiguió cruzar el disco adelante en los clásicos Arturo A. Bullrich (G3) y Joaquín V. Maqueda (G3), ambos en el Hipódromo de La Plata.
Desde todos los sectores del turf nacional se conocieron muestras de dolor por el fallecimiento de Héctor Rivero, cuyos sueños como jinete se truncaron muy pronto y tras un período en el que jamás la había tenido nada fácil. Un chico querido que le dio todo su amor a la pasión de ser jockey.
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