El Kodigo e Intense for Me no pudieron con las circunstancias en la Saudi Cup, pero eso no significa que a nuestros caballos les falte clase

Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Riyadh, Arabia Saudita)
RIYADH, Arabia Saudita (De un enviado especial).- Del formidable espectáculo que Forever Young (Real Steel) y Romantic Warrior (Acclamation) le regalaron al planeta turf, al dolor nuestro de ver a El Kodigo (Equal Stripes) e Intense for Me (Fortify) ocupar los dos últimos lugares de la carrera, la Saudi Cup (G1) de 2025 dejó como saldo general un espectáculo para aplaudir y que, temporada tras temporada, se afirma dentro del calendario de las grandes carreras a nivel mundial.
Lo que regalaron el crack japonés con el ídolo de Hong Kong fue de las mejores exhibiciones que se recuerden en los tiempos cercanos, dentro de una prueba que ya se está haciendo famosa por ofrecer cierres galácticos, todo inversamente proporcional a las deslucidas gestiones de las cartas sudamericanas, donde nos pararemos para el análisis.
En rigor de verdad, hacer un "análisis" de sus actuaciones tampoco sería justo, simplemente, porque no corrieron. Intense for Me (Fortify) llegó mal a Riyadh y, si estuvo en los partidores, fue porque para eso se lo había adquirido, sumándole a su poca predilección por la arena, el sufrimiento de su físico tras el traslado desde Buenos Aires. Por eso, verlo llegar último desconectado no tomó por sorpresa a nadie, aunque sí generó los lamentos lógicos porque un ejemplar de sus aptitudes terminó casi haciendo el ridículo.
Lo de El Kodigo fue distinto, ya que asimiló de la mejor manera el viaje, entusiasmó en las mañanas con su clase -incluso Gustavo Calvente cuando lo montó lo sintió como en casa-, pero, a la hora de la verdad, fue preso de todas esas diferencias que se enfrentan cuando se cambia de hemisferio y de hípicas, cuestiones que demandan un período de aclimatación que los expertos estipulan en alrededor de 6 meses, aunque, claro, siempre habrá excepciones.
Fue justamente allí donde hicieron pie las expectativas con el crack de Juan Antonio, al que el mundo se le vino encima, cuando salió a la pista y se encontró con rivales que no dieron ventajas. Aquella aspiración de verlo correr bien, llegar cuarto, quinto o sexto (lo que hubiera significado un triunfo), se derribó a partir del codo, cuando empezó a perder terreno del lote hasta concluir anteúltimo, apenas por delante de Intense for Me.
Lo de El Kodigo hizo recordar lo que sucedió apenas unas semanas antes con la chilena Doña Clota (Ivan Denisovich) en la Pegasus World Cup Filly & Mare Turf Invitational (G2), llegando sobre la prueba, con todo ok en la previa, pero también chocándose con la realidad en el momento de la competencia.
Los casos de éxito de bajar del avión y correr se pueden contar con los dedos de una mano; los de fracasos, dan para escribir libros. Si hasta el mismísimo Invasor (Candy Stripes) cayó ante ese escenario, quedando cuarto en el UAE Derby (G2) de los Emiratos Arabes Unidos antes de iniciar su camino a la gloria.
No se trata nada más de un viaje. Se trata de pistas, agua, alimentación, codos, ritmos de carrera, gente, entrenamiento... a todo eso y algunas cosas más se enfrenta un caballo sudamericano cuando cruza el Ecuador,y sobre lo que hay que trabajar mucho para equiparar las oportunidades. Con tiempo, se sabe, la gran mayoría lo logra; pero solo con tiempo.
De allí que no se entiendan comentarios que se basan sobre las aptitudes corredoras de El Kodigo e Intense for Me por el resultado de la Saudi Cup. De hecho, entre ellos hubo más de 30 cuerpos, cuando habían llegado abrazados en el último Carlos Pellegrini (G1)... No es normal, no cuesta mucho advertirlo, aunque pareciera que sí...
Hablar de falta de categoría o estar a un mundo de distancia de otras hípicas es una tontería, es no saber de qué se trata, es tremendismo mezclado con falta de conocimiento, un cóctel peligroso; también, de desconocer la historia, a poco más de 3 meses de que uno de los nuestros como Full Serrano (Full Mast) le ganara la Breeders' Cup (G1) a los mejores del norte en la milla de arena, en el patio de su casa. Ese día los japoneses pasaron desapercibidos.
El Kodigo e Intense for Me la pasaron mal en la Saudi Cup, es cierto, pero fue producto de las circunstancias, no porque sean 35 o 60 cuerpos menos que Forever Young. La clase no se pierde por el camino, solo será tarea de quienes los prepararán de aquí en más el darles lo mejor para que, cuando les toque volver a competir, seguramente la próxima temporada, puedan demostrar lo buenos caballos que son.
Excelente!
donalgarcia para mi vos no sabes si los caballos tienen cinco o seis patas,,por las duda te cuento tienen cuatros ,,otra cosa soy de tucuman y cuando llevas un caballo de dicha provincia a bsas para asegurar su exito y no sea fracaso minimo 3 meses de adaptacion si
No creo que el turf argentino haya quedado bien parado cuando sus dos representantes llegaron, entre ambos, a 100 cuerpos del ganador.