El ganador del Gran Criterium (G1) de 2023 pudo reencontrarse con los triunfos importantes en el Clásico Joaquín V. González (G2)
Por Diego H. Mitagstein
LA PLATA.- Cuando un caballo sufre una lesión grave, no es fácil recuperar la confianza una vez conseguido el siempre difícil regreso; es más, muchos jamás consiguen pegar la vuelta o retomar su nivel anterior.
Unico Happy saltó a la fama ganando sobre un fangal el Gran Criterium (G1) de 2023, pero en su siguiente gestión, cuando corrió el Juvenile (G1) de las Estrellas su físico dijo basta y quedó fuera de las canchas por casi 8 meses.
Reprisó y, alternando buenas y malas, solo logró volver a cruzar el disco adelante a fines de octubre, retomando la fe en sí mismo que parecía haber perdido. Este martes el pingo del Haras El Angel de Venecia confirmó que la etapa de creer de nuevo quedó atrás y se quedó en muy buen estilo con el Clásico Joaquín V. González (G2-1600 m, arena), uno de los tradicionales escuderos cada 19 de noviembre del Gran Premio Dardo Rocha (G1).
Ante tribunas ya con mucha gente, el hijo del crack Hi Happy dejó que varios de sus rivales pelearan adelante para tomar protagonismo al pisar la recta, dominar en 3 saltos y ponerle los puntos a Santiago Canalla (Cosmic Trigger), que intentó salvar las papas del equipo de Roberto Pellegatta y Juan Saldivia, pues Fiolo Boss (Holy Boss), su compañero de yunta y máximo candidato, finalmente no fue de la partida.
En el disco hubo 1 1/2 cuerpo de ventaja entre ellos, con Educator (Il Campione) completando la trifecta al hocico y Le Club (Le Blues) en la cuarta colocación a 4 largos más, todo en excelentes 1m35s44/100.
De la cría del Haras La Providencia, preparado por Carlos D. Etchechoury -fue presentado por Juan Manuel, su hijo- y con Eduardo Ortega Pavón dándole una conducción por demás acertada, Unico Happy volvió a los primeros planos después de regresar al triunfo y le deja sus allegados lindas sensaciones pensando en un cierre de año ideal en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1) del mes próximo, en la cancha de su momento de gloria.
Unico Happy tardó, pero finalmente pudo recuperar la confianza y también la sonrisa.
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