El ganador del Gran Criterium (G1) da varias revanchas y choca también con varios nombres nuevos de exigencia, como Rammel, el titular del Gran Premio Montevideo (G1)
Como desde 1991, las Carreras de las Estrellas serán el gran espectáculo para el turf argentino de mitad de temporada. Cautivantes, millonarias, siempre un imán para la enorme mayoría de los ejemplares más destacados que compiten en el país, vivirán este viernes la primera de sus dos jornadas dentro de lo que será la versión 2023, por primera vez, divididas en una primera fecha para los 2 años y otra que agrupa las competencias para ejemplares mayores.
El brillante desarrollo de la Fundación Argentina, a imagen y semejanza de la Breeders' Cup en los Estados Unidos, fueron el último gran cambio para la hípica nacional, un dato tan importante como preocupante, si se piensa que ya pasaron 32 años desde su desembarco en el calendario anual.
Este viernes la potrillada tomará por asalto la pista de césped del Hipódromo de San Isidro, que volverá a ser sede de las Estrellas después de 5 ediciones en que se resolvieron en la arena del Hipódromo Argentino de Palermo. Así como llegaron al centro por un quiebre en la relación con la dirigencia del Jockey Club, ahora vuelven a su casa inicial luego de un desacuerdo con los popes de Avenida del Libertador y Dorrego.
El Estrellas Junior Sprint (G3-1000 m) abrirá la historia, luego llegará el Juvenile Fillies (G1-1600 m) y para cerrar la historia aparecerán en acción los potrillos en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1-1600 m), sobre una cancha que, según los pronósticos, estará normal.
Con nada menos que 16 confirmados, habrá que trabajar y mucho si la idea es quedarse con los 10.000.000 de pesos que se llevará como premio el vencedor, además de una copa buscada y de una alegría que resultará imposible borrar del corazón para aquellos a los que les toque.
Sobre el barro, Unico Happy (Hi Happy) se alzó con el Gran Criterium (G1) hace un mes con bastante comidad, postergando por 2 cuerpos a un Giant Rimout (Remote) que sólo cambió de mano cuando el disco ya estaba al alcance de la mano y que aquí sueña con tomarse revancha.
Para los dos el desafío será todavía más complicado que en aquella oportunidad, por ejemplo, por la presencia del platense Amigazo Sky (Falling Sky), cuya seguidilla de 3 triunfos apabullantes tuvo en el Clásico Pedro Goenaga (G2) su coronación para un crecimiento realmente llamativo.
También con campaña en el Bosque llega a las grandes ligas un tal Napoleón Hit (Hit It a Bomb), que ganó por 6 cuerpos debutando para después saltar a los 1500 metros en pocos días y repetir por 10 largos en buen tiempo. Como ocurre con Amigazo Sky, también para Napoleón Hit aquí será la prueba de fuego de su poder.
Con campaña íntegramente desarrollada en Palermo, Rammel (Fortify) cambia de terreno en pos de la consagración, apoyado en un concepto elevado por parte de sus allegados y en su todavía fresca victoria en el Gran Premio Montevideo (G1).
Por la línea del Gran Criterium llegan también Arashi (Treasure Beach), Don Taimado (Il Campione) e Iron Forge (Forge), todos esperando que la cancha normal les permita mostrarse en un nivel muy superior al de aquella carrera.
Dark Love (In the Dark), Dingo Embrujado (Storm Embrujado) y Paso Nevado (Hi Happy) gustaron en sus ascensos desde la última de las categorías y deberán mostrar los puntos que calza, mientras que Arraigado (Hurricane Cat) se la juega en un G1 después de secundar a Vundu (Suggestive Boy) en el Clásico Manuel Anasagasti (L), completando un panorama como para ilusionarse con un gran espectáculo .
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