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Via Sistina defendió su corona en un Cox Plate de película

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 25 oct
  • 3 Min. de lectura

La campeona repitió su triunfo en el plato fuerte de Moonee Valley tras un final dramático frente a su compañero Buckaroo. McDonald logró su cuarta victoria consecutiva en la carrera


Por dentro, Via Sistina llegó al doblete en el Cox Plate / MOONEE VALLEY
Por dentro, Via Sistina llegó al doblete en el Cox Plate / MOONEE VALLEY

VICTORIA, Australia (Especial para Turf Diario).- El hipódromo de Moonee Valley despidió su vieja fisonomía con un espectáculo a la altura de su historia. En el último Cox Plate (G1) antes de las reformas, la gran Via Sistina (Fastnet Rock) volvió a demostrar que es una yegua de otra dimensión, repitiendo su consagración de 2024 tras un desenlace electrizante que dejó a la multitud sin aliento.

Nada tuvo que ver esta nueva hazaña con la exhibición del año pasado, cuando James McDonald se erguía sobre los estribos para celebrar una victoria por ocho cuerpos. Esta vez, el guion fue muy distinto: la defensora del título debió sacar a relucir toda su garra y corazón para imponerse en un mano a mano memorable ante su compañero de colores Buckaroo (Fastnet Rock), también preparado por Chris Waller y bajo la chaquetilla verde y blanca del Yulong Investments.

La carrera tuvo todos los condimentos que hicieron del Cox Plate una joya del turf australiano: ritmo sostenido, táctica, y un final de infarto. Al ingresar en la recta, Treasurethe Moment (Alabama Express) -otra representante del imperio Yulong- pareció dispuesta a dar el golpe. Sin embargo, la favorita comenzó a desplegar su arrollador avance por el centro de pista, buscando una corona que no se entrega sin lucha. Buckaroo se interpuso en su camino, y juntos protagonizaron un duelo que encendió las tribunas. Solo en los metros finales, con ese último esfuerzo que distingue a las campeonas, Via Sistina logró poner la cabeza adelante en el disco.

Con esta conquista, McDonald estiró su racha triunfal a cuatro victorias consecutivas en el Cox Plate, tras sus éxitos con Anamoe (Street Boss) y Romantic Warrior (Acclamation), y ahora dos veces con Via Sistina. Para Chris Waller, fue la sexta victoria en la gran cita, sumando a la increíble serie lograda con la inmortal Winx (Street Cry).

“Estoy bendecido por poder montar caballos campeones y formar parte de un equipo excepcional”, expresó McDonald, visiblemente emocionado. “Ella comenzó bien, vino cómoda y, aunque se puso un poco brava a mitad de carrera, su voluntad de ganar es incomparable. Es una auténtica campeona”.

El jockey reconoció también la presión de volver a defender la corona: “Pensaba en lo que habrá sentido Hugh Bowman con Winx... ¿Cómo lo hizo todos esos años? Es una sensación difícil de describir”.

Waller, por su parte, se mostró sereno pero orgulloso. “Sabíamos que estaba volando, aunque no hubiera ganado sus últimas dos salidas. Las métricas lo confirmaban. Solo necesitábamos que estuviera sana y feliz. En la recta, cuando vi a Attrition (Churchill) adelante a 200 metros del disco, pensé que se nos escapaba, pero ella puso todo. Sabía que podía hacerlo, y lo hizo”, analizó el preparador.

El triunfo de Via Sistina no solo ratifica su jerarquía, sino que la coloca en un lugar de privilegio en la historia reciente del turf australiano, junto a nombres legendarios como Sunline (Desert Sun) o la propia Winx, las únicas en lograr la hazaña de ganar dos Cox Plates en la era moderna.

Así, entre emoción y nostalgia, Moonee Valley se despidió de su vieja pista viendo cómo su campeona de corazón indomable defendía el título. Un cierre perfecto antes de la reconstrucción del templo, con una yegua que ya se ganó un lugar en su memoria eterna.



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