El hijo del velocista Glory Seattle se impuso de punta a punta en la carrera más importante del día, en una marca de 1m21s79/100.
Corre de cabeza levantada, parece que nunca logra relajarse, pero toma la punta, marca territorio y alcanzarlo es complicado. Yak Sport ganó de punta a punta el Clásico Candy Ride (L-1400 m, césped húmedo), el turno más fuerte de la jornada de domingo en el Hipódromo de San Isidro, se recuperó de su flojísima labor en el Gran Premio Polla de Potrillos (G1) y trepó en el ranking de los 3 años en la media distancia.
Parte de la primera generación de ese muy buen velocista que fue Glory Seattle (Settle Fitz), vencedor en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1) de 2017, el crédito del Stud Par de Locos, de Concordia, Entre Ríos, mezcló a la perfección velocidad, resistencia y guapeza para lograr una victoria meritoria en una carrera que no se presentaba para nada sencilla.
Con Maximiliano Aserito en sus riendas, Yak Sport largó abierto, pero, rápidamente, estaba adelante, un poco por su propia velocidad y otro tanto porque, al trastabillar en el salto, Notable Island (Lizard Island) apiló a varios a su izquierda.
Afirmado junto a los palos, el puntero fue marcado de cerca por Enloqueceme (Fragotero) y Escape Room (Il Campione), con el favorito Mr. Versace (Fortify) corriendo en el centro del lote.
Llegó la recta y parecía que la cuestión se complicaba para Yak Sport, que rápidamente fue atacado de firme por Enloqueceme mientras Mr. Versace empezaba a descontar. Valiente, el líder resistió a pie firme y arriba hasta tuvo tiempo para separarse.
El disco lo encontró con 1 1/2 cuerpo de ventaja sobre Enloqueceme, con Mr. Versace al pescuezo en tercero, habiendo sido uno de los golpeados en la partida, todo en una marca muy buena de 1m21s79/100, tras parciales firmes de 23s40/100, 46s36/100 y 1m9s22/100.
Preparado por Rubén Medina y de la cría de Matías Martín Rougier, Yak Sport tiene por madre a Yakima (Exchange Rate), que supo vencer en 3 oportunidades, y ahora subió algunos peldaños en la consideración, postulándose como un nombre a seguir entre los más jóvenes en la media distancia camino al Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1).
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