Hija de la inglesa Nellie, importada a Montevideo por el Haras Reyles a fines del siglo XIX, es la undécima madre del ganador de la Polla de Potrillos francesa
Seguramente que cuando a fines del siglo XIX Carlos Reyles importó al Uruguay a la yegua inglesa Nellie (Philammon) ni se le habrá pasado por la cabeza que casi 130 años después, aquella inversión todavía iba a estar haciendo hablar al mundo del turf.
Eran los albores del turf en el Río de la Plata, una época donde las incorporaciones desde el viejo mundo eran fuertes y en cantidad, tanto allí como en la Argentina, aprovechando las bondades de la economía de la época y en lo que marcaría el destino de ambas hípicas; cuando se garantizaría tener razas fuertes y capaces de producir ejemplares de primer nivel.
Nellie dio en Reyles a dos yeguas de peso formidable en la reproducción del planeta turf. Una de ellas fue Selva Negra (Exmoor), nacida en 1899 y que en 1904 llegó a la Argentina importada por el Haras El Moro, de Adolfo y Rufino Luro. Selva Negra produciría en gran forma, siendo, por ejemplo, la cuarta madre de Entallada (Prince Canarina), luego vientre de Vacación (Voodoo), Eternite (El Virtuoso) y Etiquette (Farnesio), todas fenomenales continuadoras de la línea; y de Silgada (Lover), antepasado de la campeona Cursora (Candy Stripes), entre otros.
Pero uno años antes, en 1894, Nellie daría luz a la fantástica Yerba Amarga (Exmoor), que en Maroñas y con los colores del Stud Charrúa ganaría los grandes premios Comparación y de Honor, y en la Argentina sumaría el Gran Premio Criadores, entre sus triunfos más destacados, y es la principal protagonista de esta historia.
¿Cuál es la razón? Pues bien, ocurre que Yerba Amarga es la undécima madre de Metropolitan (Zarak), que el último domingo en ParisLongchamp, Francia, se convirtió en el ganador de la versión 2024 de la Poule d'Essai des Poulain (G1).
Claro, para llegar hasta el potrillo de Peter Bradley III y la Scudería Scolari debió pasar casi un siglo y medio, y con su genética recorriendo muchos países, como la Argentina y Chile, que también colaboraron en que la sangre perdurara lo suficiente como para llegar a estos días.
Yerba Amarga actuó también en el Haras Ojo de Agua, emblemática cabaña albiceleste, y varias de sus hijas fueron también tentación para los grandes criadores argentinos, que las fueron adquiriendo o armando sociedades con Reyles. En 1913 nació Penélope, justamente en el campo de Raúl Chevalier, y última cría de la crack, yegua que luego en Ojo de Agua produjo a Odisea (Saint Emilion), exportada a Chile, donde nació Fadisea (Falso Dios), a su vez madre de Finesse (Flexton)
Esta última fue el vientre de la excelente Fair (Madara), encargada de que el pedigree de Nellie regresar al exterior y al éxito grande. En el Kinghaven Farms canadiense, Fair produjo a la múltiple ganadora clásica Fairly Regal (Viceregal), que sobresalió por su actuación en la reproducción, principalmente a través de su hija Summer Mood (Raja Baba), Campeón Sprinter en Canadá y que es la cuarta madre de Metropolitan.
Muchos años, mucha selección y mucha suerte debieron correr para que aquél desembarco de Nellie en Montevideo terminara teniendo influencia hasta estos días, con el éxito de Metropolitan como coronación y continuidad de una familia formidable y que sentó bases en Uruguay y Argentina para trascender por varios carriles a nivel mundial. Sabían lo que hacían aquellos que empezaron con este historia maravillosa en una parte tan lejana del mundo. Algunos sostienen que los genes duermen; en el caso de Nellie, Yerba Amarga, Selva Negra y tan notable familia, evidentemente, están bien despiertos...
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