El hijo de Lord Justice fue figura en la prueba más importante del domingo en Monterrico, Perú

Por Néstor Obregón Rossi

LIMA, Perú (Especial para Turf Diario).- El empeño de Carlos Javier Herrera sobre la silla de Prodigio (Lord Justice) fue fundamental para que al final se quedara con el triunfo en el Clásico Dardanus (1200 m), central de este domingo en Monterrico. Fue, también, la ratificación de un progreso. Dejó de ser el caballo que destacaba en las condicionales y en el handicap y se graduó como un prospecto a pelear frente a los velocistas en los tiros cortos.

De hecho, lo había demostrado, aunque frente a un lote que en la marquesina no aparecía. Pero allí estaban sus tres victorias en la recta en sus últimas seis actuaciones. Ahora, en su tienda decidieron darle la chance en el campo clásico y respondió.

Carlos Javier Herrera puso toda su experiencia y el conocimiento que tiene de este pupilo de Augusto Olivares. Lo ubicó tercero, detrás de un Drama Boy (Big Drama) que marcó un paso fuerte en los primeros tramos y tal vez allí fue dejando el oxígeno que luego le haría falta en el final.

Pero tenía que exhibir esa velocidad si quería morir en su ley. Mo (Privately Held) y el mismo Prodigio lo fueron presionando desde el arranque y lo obligaron a esos parciales de 22s74/100 y 23s15/100 en los dos primeros cuartos de milla. En los 200 metros, las patas ya no le daban.

Prodigio, en cambio, tenía restos. Y porfió esas dos cuadras finales para, sobre el final, marcarle algo de diferencias, llevándose el primer triunfo clásico del año para la cuadra. Y encima de ellos, en una reaparición sobresaliente, Amir Beirut (USA-Modigliani), aquél veterano al que regresaron del haras y de su inicio como semental para darle una nueva temporada en las pistas. Superó con creces el retorno.

El que no estuvo fue Asfaloth (Riviera Cocktail). Ya era bastante reto el bajar a tentar las carreras de velocidad como para sufrir de otro contratiempo que le hiciera las cosas más complicadas. Pues bien, el tordillo hocicó en la partida y allí quedaron sepultadas sus opciones.